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Los reyes Felipe y Letizia, en Barcelona para celebrar los 1.000 años del Monasterio de Montserrat

El acto ha sido un homenaje a la figura del Abad Oliba, impulsor espiritual y fundador de este convento benedictino


23 de junio de 2025 - 12:45 CEST

Los reyes Felipe y Letizia arrancan este lunes su agenda de la semana en Barcelona hasta donde se han trasladado para presidir el acto central de los 1.000 años de la fundación del Monasterio de Montserrat, un centro benedictino que se encuentra en el municipio de Monistrol de Montserrat, situado en la ladera de la conocida como la ‘montaña mágica’. Por la tarde se han dado un baño de multitudes en Badia del Vallés, el municipio barcelonés que celebra su 50º aniversario.

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LOS REYES VIAJAN A BARCELONA PARA PRESIDIR EL MILENARIO DE LA FUNDACIÓN MONASTERIO DE MONTSERRAT© GTRES

Ha sido una jornada de gran relevancia histórica y simbólica para Cataluña y que ha servido de homenaje a la figura del abad de Ripoll y de Cuixà, Oliba, y obispo de Vic, impulsor espiritual y fundador de este enclave que buscaba conectar el legado benedictino con valores de paz y convivencia. La ceremonia ha contado don la presencia de autoridades religiosas destacadas, como el abad de Montserrat, Manel Gash, el abad de la Basílica papal de San Pablo Extramuros del Vaticano, Donato Ogliari, el abad-presidente de la congregación Sublacense-Cassinesa, Ignasi M. Fossas, y el abad emérito de Montserrat, Josep Maria Soler.

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El programa ha incluido la veneración de la Virgen de Montserrat, intervenciones sobre los valores benedictinos, entre otros actos. Los Reyes han estado acompañados del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y otras autoridades. 

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Cumplen con la tradición

Los Reyes han podido visitar el monasterio y se han detenido frente a la imagen de la Virgen de Montserrat, conocida como la Moreneta, una talla románica de madera policromada del siglo XII llamada así por el color oscuro de su rostro y manos, como resultado de la transformación del barniz original debido al paso del tiempo. Siguiendo la tradición, don Felipe ha tocado la mano derecha de la Virgen como señal de devoción y petición, uno de los gestos más emblemáticos de la peregrinación a este lugar. Tras recorrer la Iglesia se han trasladado hasta el claustro para escuchar a la escolanía y poder charlar con los chicos que la integran. 

© Casa de S. M. el Rey
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Para esta cita, la Reina ha rescatado su vestido más polivalente, de tela denim, sin mangas y cinturón, que ha combinado con cartera y zapatos tipo Mary Jane de charol rojo. 

© Casa de S. M. el Rey
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Fue en el año 1025 cuando el abad Oliba de Ripoll envió a un grupo de monjes a Montserrat para construir un cenobio benedictino junto a la ermita dedicada a la Virgen que había en la montaña. Durante estos diez siglos de existencia, Montserrat se ha mantenido con un lugar de oración, espiritualidad, vida evangélica y peregrinaje. La celebración de los mil años de historia ininterrumpida de la abadía arrancó el 7 y 8 de septiembre de 2024 y terminará el 8 de diciembre de 2025, durante este tiempo se llevan a cabo más de 1.000 actividades, que se agrupan en cuatro grandes bloques: Religioso -una dimensión muy importante en la vida de Montserrat, en tanto que Monasterio y Santuario-; Cultural -se pondrá de relieve todo el trabajo que se ha hecho en este ámbito a lo largo de los 1.000 años de historia, a través de exposiciones, festivales de música…-; Participativo -entidades de todas partes vendrán a celebrar el Milenario en Montserrat-; y Social -se tendrá en cuenta toda la dimensión de medio ambiente, de sostenibilidad, así como de proximidad a las personas más necesitadas-. 

© Casa de S. M. el Rey
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Hacía 14 años que Felipe VI no visitaba el Monasterio de Montserrat. La última vez lo hizo siendo príncipe de Asturias cuando inauguró una exposición de Hugo Fontela. Antes, en 1990, acudió a la montaña en una visita privada. Antes de este lunes, la última vez que un monarca español visitó este lugar fue en 1976, cuando el rey Juan Carlos lo visitó. 

Los Reyes y el orgullo de un municipio de aniversario

Después de una mañana marcada por la espiritualidad, los Reyes se han trasladado a la localidad barcelonesa de Badía del Vallés, que también está de aniversario. Hace 50 años de la inauguración del barrio creado para paliar los graves problemas de vivienda que sufría Barcelona en los años 70 derivada de la llegada de inmigrantes de otras zonas de España.

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A su llegada, don Feilpe y doña Letizia han sido recibidos por los vecinos, a los que han estado saludando, haciéndose los selfies de rigor y también charlando con algunos de ellos. No en vano son precisamente los vecinos de Badía del Vallés los que históricamente han conseguido convertir un polígono de viviendas sociales en el municipio que es ahora. 

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Sobre terrenos de Barberà y Cerdanyola, adquiridos a la heredera de un empresario textil, Elisa Badia, se proyectaron 12.000 viviendas para funcionarios y trabajadores, pero el proyecto quedó reducido a 5.400 pisos, todos en régimen de protección oficial, para unos 28.000 habitantes. Durante la primera parte de su corta historia, Ciutat Badia fue un barrio administrado por la mancomunidad formada por los ayuntamientos de Barberà y Cerdanyola. Pero la especificidad de los problemas de este nuevo asentamiento y la larga lucha vecinal por conseguir los equipamientos y los servicios necesarios llevaron a la creación de un municipio propio, en una fecha emblemática: el 14 de abril de 1994.

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Ciutat Badia pasó a denominarse Badia del Vallès y su evolución es todo un ejemplo de lucha vecinal. A pesar de los éxitos alcanzados, afronta grandes retos, como el envejecimiento de la población, con más del 30% de los vecinos mayores de 65 años. Por otra parte,  es necesario retirar el amianto de las consctrucciones, una tarea ingente de la que está a punto de comenzar la primera fase ya que el fibrocemento con amianto (uralita) es omnipresente en Badia del Vallès. La regeneración arquitectónica coincide con que las viviendas, pasados los años, están dejando de tener la condición de protección oficial, con lo que ya se pueden vender o poner en alquiler. 

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