El 2004 comenzaba con un gran año porque en la agenda de la realeza figuraban dos grandes bodas. Las de los príncipes herederos de Dinamarca y España, tanto Felipe VI como Federico X, nacidos en el año 1968, habían fijado sus enlaces para mayo de 2004. Sin embargo, a pesar del año que comenzaba, Federico y Mary disfrutaban de la playa en enero, estaban en Sídney y algo es evidente: ya no estaban solos.