Federico y Mary de Dinamarca han recibido una cálida y afectuosa bienvenida en Gråsten. El matrimonio, que es la segunda vez que disfruta de sus vacaciones en esta localidad al sur de la península de Jutlandia como Reyes, han obtenido una gran acogida por parte de los habitantes. Este año, además, han sorprendido gratamente a todos al llegar acompañados por dos de sus hijos: la princesa Isabella y el príncipe Vincent, quienes también han despertado el interés y la simpatía del público presente. La presencia de parte de la familia real ha reforzado aún más el vínculo entre la Corona y la comunidad local, convirtiendo esta visita en un momento especial para la región.
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Decenas de personas se han congregado en las inmediaciones del Castillo de Graasten, una residencia que, desde hace casi noventa años, ha sido tradicionalmente utilizada por los monarcas daneses durante esta época del año. A diferencia del verano pasado, en esta ocasión no se ha desplegado la alfombra roja para recibir a Federico y Mary de Dinamarca, ya que aquella ceremonia especial se realizó por tratarse de su primera visita al castillo como reyes.
A su llegada, la pareja real se detuvo amablemente a conversar con el alcalde Eric Lauritzen, con quien intercambiaron unas palabras en un ambiente cordial y distendido. La reina Mary aprovechó la ocasión para agradecer efusivamente la cálida bienvenida ofrecida tanto por el ayuntamiento como por los vecinos congregados en el lugar. Justo en ese momento se vivió una de las escenas más simpáticas de la jornada: mientras saludaba, Mary de Dinamarca se quedó rezagada, y su marido, el rey Federico, junto a sus hijos, continuaron caminando sin percatarse.
En ese momento, la Reina tuvo entonces que emprender una pequeña carrera para alcanzar al resto de la familia, provocando sonrisas y gestos de complicidad entre los presentes. Pero eso no es todo, porque cuando se encontraba a las puertas del Ayuntamiento de la localidad, Mary de Dinamarca ha sido grabada por los allí presentes sacudiéndose la falda del vestido porque según publican los medios locales, le ha picado una avispa. De hecho, tras ese instante, ha tenido que entrar dentro del edificio bajo la mirada de preocupación de su marido.
El recorrido de la Familia Real comenzó en la plaza de la localidad y, posteriormente, los Reyes, junto a sus hijos, la princesa Isabella y el príncipe Vincent, caminaron hasta el Castillo de Gråsten. Durante este trayecto, de aproximadamente medio kilómetro, recibieron mucho cariño por parte de los presentes, quienes les aplaudieron, saludaron e incluso les entregaron regalos, como banderas y ramos de flores. Con motivo de su estancia en el citado lugar, la Guardia Real marchará cada día a las 11:40 por la ciudad de Gråsten hasta el castillo, acompañada por dos tamborileros del Cuerpo de Tamborileros de la Guardia Real.
Así es el castillo
Cada verano, la pequeña localidad danesa de Gråsten, a unas tres horas en coche de Copenhague y a orillas del fiordo de Flensburg, se convierte en el destino favorito de los reyes de Dinamarca, en cuyo palacio Federico y Mary van a pasar su segundo verano como reyes, siguiendo una tradición que comenzó en 1935, cuando Federico IX e Ingrid —entonces príncipes herederos— lo recibieron como regalo de boda. Su historia está marcada por múltiples incendios y reconstrucciones. Tras el ocurrido en 1603, se levantó uno nuevo en estilo barroco, y más tarde en estilo rococó, al que se añadiría una ampliación neoclásica, completando el edificio que vemos hoy, convertido en residencia real en el siglo XX. Del conjunto, sobresale el cuerpo central y la capilla barroca, que aún se utiliza para servicios religiosos en danés y alemán –testimonio de la historia fronteriza de esta zona del país– y celebraciones de la familia real.
Durante su estancia, los reyes habitan el palacio, que permanece cerrado al público. Sin embargo, los jardines palaciegos, auténticas joyas de la jardinería danesa, abren en días señalados y se puede pasear por sus senderos entre setos perfectos, rosaledas y esculturas florales y ver el reflejo de las torres del palacio y la capilla en el tranquilo lago Slotssø, que rodea la finca. A pocos metros del palacio, el pequeño núcleo urbano cobra vida en verano con terrazas donde las pastelerías sirven las tartas tradicionales danesas acompañadas de un excelente café.
Sus controvertidas vacaciones
Los Reyes dan comienzo a sus vacaciones oficiales tras haber generado polémica recientemente por sus vacaciones privadas. Según publicó Billed Bladet, Federico y Mary iniciaron su descanso veraniego el 6 de julio, que originalmente estaba previsto hasta el día 13. Posteriormente, planearon regresar el día 15, pero finalmente decidieron alargar su estancia cinco días más. Un hecho que causa controversia en su país, ya que no es la primera vez que lo hacen. La primera sucedió a comienzos del año con lo que el soberano llama "tiempos muertos", cuando fue cuestionado por tomarse tres periodos vacacionales distintos en menos de tres semanas. Cabe recordar que durante su ausencia, la reina Margarita asume el papel de regente, una función que permite a un miembro de la Familia Real ejercer como jefe de Estado cuando el monarca y el heredero están fuera del país. Eso sí, no han desvelado el destino exacto de sus vacaciones privadas, ni quién los acompaña.