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Los fines de semana de junio están plagados de bodas, no solo en España, sino también en Inglaterra, donde acaba de tener lugar el enlace de dos grandes sagas aristocráticas conectadas con España. El castillo familiar de Belvoir, una casa señorial del condado de Leicestershire escenario de series y ficciones como The Crown, ha sido el escenario para la unión de Lady Violet Manners, hija de los duques de Rutland, con William James Lindesay- Bethune, vizconde de Garnock y cuñado del príncipe Jaime de Borbón-Dos Sicilias, duque de Noto.
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De esta manera han quedado anexionadas dos de las grandes familias de Gran Bretaña. William, o Bill como se le conoce cariñosamente, es hijo y heredero del decimosexto conde de Lindsay y reside a caballo entre Escocia y Texas (Estados Unidos). Es cofundador de una marca de bebidas espirituosas con bajo contenido en alcohol llamada Feragaia y es apodado como ‘vaquero de Caledonia’. La novia acudió a la iglesia de St Mary The Virgin en Bottesford con un vestido de alta costura de Phillipa Lepley con mangas abullonadas y un delicado panel trasparente debajo de su escote con volantes que estaba bordado con símbolos que incluían estrellas y corazones. La boda duró varios días y durante todos los eventos, Lady Violet lució varios estilismos.
Además, lució la tiara de diamantes Rutland, que ha pertenecido a esta dinastía desde hace más de 300 años y no se ha usado de forma pública desde finales de la década de los años 90. Se trata de una joya que tiene claveles, fucsias y hojas y que está realizada con diamantes. Antes de Lady Violet, la otra novia Rutland que la llevó fue Lady Theresa Mannes en su boda en 1997 con John Chipman.
Por su parte, el novio lució un kilt confeccionado con el tartán rojo y verde de la familia Lindsay, que llevaba un sporran (bolso) tradicional, una chaqueta gris clara. Las damas de honor, entre las que se encontraban las hermanas de la novia, Eliza y Alice así como su íntima Davisha Kumari Singh, eligieron el malva. Entre las invitadas, entre las que se encontraban Lady Tatiana Mountbatten, Lady Sabrina Percy, Flora Vesterberg, nieta de la princesa Alexandra, predominaron los vestidos con colores vibrantes y los tocados.