Las bodas de príncipes y princesas nos hacen soñar y nos hacen viajar. A veces en el tiempo, a veces en el espacio y otras en ambos sentidos. El primer enlace real de este año que se acabó nos trasladó nada más y nada menos que al pequeño país asiático de Brunei.
La hija del Sultán, la princesa Azemah y el príncipe Pengiran Muda Bahar se casó en enero en el Palacio de Nurul Iman con una espectacular boda de nueve días. Las celebraciones, llenas de ritos y tradiciones, nos dejaron imágenes llenas lujo, fastuosidad y mucho oro. La principal, es decir, el 'sí, quiero', tuvo lugar en la mezquita del sultán Omar Ali Saifuddien en Bandar Seri Begawan, la capital del país, y solo en presencia del novio, que pronunció sus votos frente a la asamblea de hombres, casi todos miembros de la Familia Real