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6. Fomenta la imaginación (más aun si cogen ellos la cámara)
Cuando ya son algo más mayores, pedirán, sin lugar a dudas, ser ellos mismos quienes hagan las fotos. Aunque ya no sea un peligro dejarles el smartphone de últimísima generación, una buena opción será aprovechar las navidades o el cumpleaños para regalarle su propia cámara de fotos. Eso fomentará también su imaginación, pues buscarán las situaciones o los encuadres más apropiados para captarlos ellos mismos y, aunque el resultado no sea ninguna obra de arte, se sentirán más que satisfechos (e incluso seguro que a los papás les permite averiguar un poquito más acerca de los intereses del pequeño fotógrafo)