La magia es algo que nos suele fascinar a todos. Tanto a los mayores como a los más pequeños. Así, independientemente de la edad que tengas, seguro que te divierte una buena sesión de trucos y fantasía. Si a tu hijo también le gusta, ¿por qué no dejarle a él la capa, la varita mágica y el sombrero? La ilusión por sorprenderte hará que agudice, aún más, su imaginación.