Lactancia

La experta Gemma López descubre lo que debes saber si das el pecho en la playa o en la piscina: "Las tomas cambian en verano"


Las tomas al pecho en verano pueden ser ligeramente diferentes al resto del año por el clima. ¿Qué debe hacer la madre? ¿Cómo asegurar la hidratación del bebé? ¿Por qué por la noche los bebés maman más cuando hace calor?


Madre dando el pecho a su hijo en la playa© Adobe Stock
14 de agosto de 2025 - 14:00 CEST

La lactancia materna tiene sus trucos también en verano y conviene saber lo que puede acontecer cuando el calor es más fuerte. ¿De qué manera afecta a las tomas? Para responder a todas las preguntas en torno a esta cuestión hemos hablado con Gemma López, consultora internacional en lactancia materna (IBCLC) y certificada en neurociencia del sueño por CESI (Centro de Estudios del Sueño Infantil).

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Un bebé que no ha iniciado la alimentación complementaria obtiene toda el agua que necesita de la leche, que le aporta además un plus de nutrientes y otros elementos

Gemma López, consultora internacional de lactancia

¿Cuáles son las diferencias principales en las tomas veraniegas?

En verano, el niño puede hacer tomas más frecuentes y breves, "especialmente durante el día y en los momentos de más calor", como indica la consultora de lactancia (@gemmalopez_lactancia, en Instagram). "Son tomas en las que el bebé busca más hidratación que alimento propiamente, del mismo modo que un adulto toma más fruta, más líquidos y menos grasas. Tomas, además, en las que puede querer estar más separado del cuerpo, haciéndolas rápido y quizá incluso rechazando el contacto estrecho", añade.

Por la noche, el niño va a recuperar las tomas más largas y profundas, para compensar la ingesta calórica. Si se hace colecho, el calor puede ser molesto, por eso Gemma López recomienda utilizar ropa de cama de tejidos frescos y transpirables. También ayuda procurar que la habitación se caliente lo menos posible durante el día, darse una ducha tibia justo antes de irse a dormir y ventilar la habitación cuando las temperaturas comienzan a bajar.

Es importante también que el bebé disponga de un "espacio amplio donde poder rodar a un rincón fresco". "Y a la hora de mamar, poder acercarse al pecho lo justo, no con todo el cuerpo. En bebés más pequeños, que deben estar muy pegaditos aún, poner entre el cuerpo de la madre y el del bebé una tela de bambú o algodón que ayude a absorber el sudor", destaca.

© © Gemma López
Gemma López, consultora internacional de lactancia materna

¿Puedes darle el pecho directamente al salir de la playa o la piscina?

Una de las dudas que se plantean las madres que dan el pecho el verano es si conlleva algún riesgo que la boquita del niño esté en contacto con la piel de la madre justo al salir de la playa o la piscina, por la presencia de sal y cloro, respectivamente. Esta es la respuesta de la experta: "No hay ningún problema en ofrecer el pecho en playas o piscinas. Los residuos de sal o cloro que puedan estar en la piel del pecho serán insignificantes, sobre todo comparados con los que el propio bebé ya puede tener en sus manos (que se llevará a la boca) o en su propia piel".

Así lo explica: "El sistema digestivo está preparado para eliminar esas muestras ínfimas puntuales que le llegaran mezcladas con una buena dosis de leche materna. Por tener mayor tranquilidad, en casos de bebés en situación de vulnerabilidad (prematuros, en periodo neonatal…) se puede pasar una gasa o la propia toalla, que de hecho, es un gesto que ya sería natural en la madre, y con ello los escasos restos que puedan quedar en la piel serán retirados".

© © Adobe Stock

¿Debe incluir la dieta de la madre lactante algún extra en verano?

"La madre que amamanta puede comer lo que apetezca, siguiendo sus propias sensaciones de hambre, saciedad y sed. Si bien es cierto que se recomienda, especialmente al inicio de la lactancia, aumentar ligeramente la ingesta de calorías y de agua (por las que se van a implicar en la producción de leche) eso es algo que ya pide el propio cuerpo de un modo natural, no hay que forzar nada", señala la consultora IBCLC.

En este sentido apunta que tanto el apetito como la sed son los indicadores de cuándo y cuánto debemos comer o beber. "Seguir una dieta sana, equilibrada, acorde al clima y al mecanismo de hambre y sed es todo lo que debemos hacer. Y esto debería ser así tanto si damos pecho como si no", aclara.

Como le sucede a cualquier persona, la madre que da el pecho puede sentirse más incómoda, cansada e inapetente en momentos de calor extremo. "Esto puede derivarse en no estar tan pendiente de ofrecer el pecho, pero para eso están las noches. Debemos cuidar el confort en temporadas de calor, intentando adaptarnos y tomando medidas para estar lo mejor posible", comenta Gemma López. Si hay un aumento de la demanda de noche, conviene ponérselo fácil a la madre para que pueda compatibilizar la lactancia con el sueño y el descanso.

© © Adobe Stock

¿Por qué con lactancia exclusiva el bebé no necesita agua?

Aunque haga mucho calor, los bebés que toman lactancia exclusiva (recomendada durante los seis primeros meses de vida) no necesitan toma agua aparte para hidratarse. "Un bebé que no ha iniciado la alimentación complementaria obtiene toda el agua que necesita de la leche, que le aporta además un plus de nutrientes y otros elementos", explica la especialista.

Pero es que, además, tomar agua no mejorará su sensación de sed y sí puede ser contraproducente: "Va a restar tomas al pecho al sentirse con el estómago lleno, perdiendo la oportunidad de esa toma que, además de hidratar de una forma más completa, también alimenta y protege".

"La ingesta de agua en bebés en periodo de lactancia exclusiva, con un sistema digestivo y renal aún inmaduro, no sólo disminuye su alimentación sino que puede provocar riesgo de desnutrición, diarrea, desequilibrios de electrolitos e hiponatremia (niveles anormalmente bajos de sodio)", concluye.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.