El deseo de convertirse en madre o en padre puede enfrentarse a muy diversos obstáculos. Uno de los factores que más afectan a la probabilidad de lograr el embarazo es la obesidad. Como nos explica la Dra. Marta Sánchez-Dehesa, ginecóloga, obstetra y directora médica de HM Fertility Center Toledo, efectivamente hay personas obesas que tienen hijos de manera natural; sin embargo, esta condición reduce enormemente las probabilidades de conseguirlo. La doctora subraya, en la entrevista que le hemos realizado, que hay que tener en cuenta, además, que una vez logrado el embarazo, la obesidad es también un factor de riesgo para el feto.
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¿Puede afectar la obesidad a la fertilidad?
Sí, la obesidad puede impactar negativamente en la fertilidad tanto en mujeres como en hombres. Es algo que explicamos con frecuencia en consulta, aunque a veces cuesta entenderlo, ya que muchas personas conocen casos de personas con obesidad que han logrado tener hijos. Sin embargo, es importante aclarar que la obesidad reduce las probabilidades de embarazo, aunque no las anula por completo.
La obesidad representa un riesgo importante tanto para la madre como para el bebé
¿Afecta más a las mujeres, a los hombres o a ambos por igual?
En las mujeres, la obesidad puede alterar el eje hormonal hipotálamo-hipófisis-ovario, favoreciendo el aumento de andrógenos que se transforman en estrógenos, lo que puede impedir la ovulación. Además, se observa una menor respuesta a la estimulación ovárica en tratamientos de reproducción asistida, menor tasa de implantación embrionaria y mayor riesgo de aborto.
En el caso de los hombres, la obesidad puede reducir la calidad seminal, afectando la concentración, movilidad y morfología de los espermatozoides. También se asocia a una mayor incidencia de disfunción eréctil y a un incremento en la fragmentación espermática.
¿Qué alimentos son los más perjudiciales al respecto?
Tanto en mujeres como en hombres, existen alimentos y hábitos que pueden afectar la fertilidad, especialmente si están ligados a obesidad, inflamación crónica o desequilibrios hormonales. Entre los más perjudiciales se encuentran:
- Azúcares refinados y carbohidratos simples (bollería industrial, refrescos, pan blanco).
- Grasas trans presentes en fritos industriales, margarinas y ultraprocesados.
- Alimentos procesados como pizzas congeladas, embutidos, salchichas y bacon.
- Consumo de alcohol.
- Exceso de cafeína.
En caso de que la obesidad venga por una patología, ¿cómo puede afectar y cómo tratarla?
Cuando la obesidad tiene una causa médica subyacente, como ocurre en el síndrome de ovario poliquístico, hipotiroidismo, síndrome de Cushing, diabetes tipo 2 o ciertos trastornos psiquiátricos relacionados con la alimentación, no es suficiente con hacer dieta. Es fundamental tratar la causa raíz. En estos casos, el abordaje debe ser integral y personalizado, incluyendo una alimentación adaptada a cada patología.
¿Es favorable, para lograr el embarazo, adelgazar mucho de golpe o es contraproducente?
No, perder peso de forma brusca no solo no es recomendable, sino que puede ser contraproducente tanto para la salud general como para la fertilidad. Lo ideal es una pérdida de peso gradual, sostenida y supervisada por profesionales. Adelgazar de forma rápida puede provocar desequilibrios hormonales, déficits de La obesidad puede impactar negativamente en la fertilidad tanto en mujeres como en hombres
La obesidad puede impactar negativamente en la fertilidad tanto en mujeres como en hombres
Se aconseja perder entre 0,5 y 1 kg por semana, seguir una dieta equilibrada rica en proteínas, fibra, antioxidantes y grasas saludables, y complementar con ejercicio físico regular.
¿Cómo implementar una dieta adecuada para lograr el embarazo?
Una dieta adecuada para favorecer la fertilidad debe ser rica en verduras, legumbres, proteínas e hidratos de carbono complejos. Se recomienda realizar cinco comidas al día con porciones equilibradas y evitar alimentos fritos, dulces y exceso de aceite. La dieta mediterránea es un excelente modelo a seguir: es variada, equilibrada y está avalada por múltiples estudios como beneficiosa para la salud reproductiva.
¿Qué tipo de ejercicio físico sería recomendable si se es obeso u obesa y se busca el embarazo?
El ejercicio físico es muy recomendable, siempre que esté adaptado a la condición física y hormonal de cada persona. La actividad debe ser segura y orientada a mejorar la fertilidad. Lo ideal es combinar ejercicio aeróbico moderado —como caminar, nadar o realizar baile suave— con ejercicios de fuerza dos a tres veces por semana, lo que ayuda a aumentar la masa muscular y el metabolismo basal.
Una vez conseguido el embarazo, ¿la obesidad es un factor de riesgo?
Sí, la obesidad representa un riesgo importante tanto para la madre como para el bebé. Está ampliamente documentado que puede afectar al desarrollo del embarazo, el parto y la salud del recién nacido. En la madre, aumenta el riesgo de diabetes gestacional, preeclampsia, parto prematuro, aborto espontáneo, complicaciones durante el parto, necesidad de cesárea y problemas con la anestesia.
Para el bebé, hay mayor riesgo de macrosomía (bebé con peso elevado), alteraciones del tubo neural, muerte intrauterina y una mayor probabilidad de desarrollar obesidad en la edad adulta. Por eso es fundamental ofrecer una información clara y adecuada a los pacientes antes de planificar un embarazo o iniciar un tratamiento de fertilidad.