© Haydee Olivera Nazareth Olivera, matrona, te da los mejores consejos para afrontar el embarazo

Embarazo

Nazareth Olivera te cuenta cómo escuchar a tu cuerpo durante el embarazo

La gestación implica una profunda revolución para la mujer. El cuerpo se transforma y estos cambios impactan en cuerpo, mente y emociones. Lo ideal es saber conectar con las propias necesidades para vivir mejor estos nueve meses.

Nazareth Olivera Belart es matrona y trabaja desde 2017 en un paritorio respetuoso. Divulga sus conocimientos sobre embarazo, parto y posparto en su perfil de Instagram @comadronaenlaola. Acaba de publicar el libro Ser mamá (Ed. Grijalbo) donde hace un exhaustivo repaso por estas etapas de una forma empática, pero, a la vez, muy útil y basándose en la evidencia científica.

Hemos charlado con ella para que nos cuente qué es lo que considera más importante para que la mujer se alinee con su cuerpo y sus emociones durante todo el embarazo.

¿Cómo aconsejas que la mujer se prepare para la maternidad?

Depende mucho de lo que necesita cada una, somos realmente diversas y nuestra manera de entender la maternidad cambia. Hay mujeres que quieren estar muy informadas respecto a todos los procesos, mientras que hay otras que prefieren no saber nada y dejarlo en manos de los profesionales sanitarios… Sin embargo, las que vamos a tener al bebé somos nosotras. Así que, en general, sí animo a buscar información sobre aquellas cosas que nos inquieten, y al menos una información suficiente sobre el proceso de embarazo, de parto y especialmente de postparto.

Aunque deleguemos en los demás, es importante que las mujeres conozcamos cómo funciona nuestro cuerpo, que recuperemos conocimiento sobre el proceso biológico del parto y, sobre todo, que entendamos qué es un bebé, qué necesidades tienen los bebés. La imagen del bebé que duerme en una cunita no es real. Los bebés son crías mamíferas e indefensas que esperan los brazos al nacer y durante muchos meses. Animo a las futuras madres a hablar, a escuchar a otras madres antes de que llegue su bebé, para bajarnos de una idealización de la maternidad que causa mucha frustración porque no se cumplen las expectativas.

Maternar a un bebé es un proceso sobre todo corporal, de mucho contacto. Las mujeres necesitan apoyo alrededor, no juicios acerca de sus decisiones. Recomiendo también seleccionar las fuentes que escogemos para informarnos: quién nos da la información. Con las redes sociales hay un boom de información y es importante saber quién está detrás. Una buena preparación al parto debe ser siempre con matronas.

En tu libro hablas también del estilo de vida durante el embarazo, ¿cuál es el más recomendado en estos nueve meses?

La sociedad de bienestar en algunos aspectos nos aleja de las necesidades fisiológicas del ser humano. En general, tanto a nivel de alimentación como de movimiento en nuestro día a día, estamos muy alejadas de lo que realmente necesitamos. Es de vital importancia cuidar: la nutrición, el descanso, el movimiento (ejercicio) y el estrés. 

Debemos priorizar una alimentación saludable, basada en comida real, la que encontramos en la naturaleza: carne, pescado, huevos o verduras. El embarazo supone un aumento de la necesidad de todos los nutrientes esenciales: proteínas, grasas saludables (indispensables), minerales y vitaminas. Una nutrición adecuada en la mujer durante el embarazo puede llegar a condicionar la expresión genética del bebé que está gestando, siendo un comodín para su salud o un obstáculo. Una buena alimentación previene condiciones como preeclampsia, diabetes gestacional o bebés demasiado grandes y demasiado pequeños.

Por otro lado, es importante cuidar nuestra higiene postural. La mayoría de dolores “normales” del embarazo son disfunciones musculoesqueléticas por una mala higiene postural, por debilidad de algunos músculos o por exceso de tono en los mismos. Cambiar de posición al estar sentadas, sentarnos menos y sentarnos mejor. Estirarnos, compensar las horas de oficina. No es solo realizar ejercicio físico, que es otro pilar, sino incorporar más movimiento en el día a día. El día del parto queremos que nuestro cuerpo sea flexible, fuerte… pero esto hay que cuidarlo en nuestra vida diaria.

Por otro lado, muchas mujeres embarazadas están sometidas a mucho estrés en su vida laboral… Sabemos que el estrés puede causar incluso partos prematuros. Como sociedad, deberíamos proteger más el embarazo y juzgar menos la necesidad de baja laboral para las embarazadas.

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¿Qué es lo más importante para ti en las primeras 12 semanas de embarazo?

Establecer una nutrición adecuada, muy densa en todos los nutrientes. Escoger una suplementación adecuada desde antes del embarazo idealmente, de manera individualizada. Si aparecen náuseas y vómitos, haremos lo que podamos. Escucharnos, descansar. El primer trimestre trae consigo mucho sueño de causa hormonal y es interesante darle ese descanso. Realizar ejercicio idealmente, pero siendo realistas con nuestras sensaciones. Contactar con nuestra matrona para que nos dé los consejos básicos de cuidados durante el embarazo, como evitar tóxicos. Durante el primer trimestre de embarazo es cuando más daño pueden ocasionar, pues el embrión está formando todos sus sistemas y tejidos.

En el segundo trimestre la mujer suele encontrarse mejor, ¿cuáles son tus consejos para estas semanas de embarazo?

El segundo trimestre suele ser el mejor… Tienden a desaparecer las molestias iniciales y aún no nos sentimos incómodas por la barriguita en crecimiento. Debemos seguir cuidando la alimentación y realizar ejercicio físico que nos ayude a sentirnos fuertes, pero ágiles y flexibles a la vez. A mediados/finales del segundo trimestre es ideal comenzar la preparación al parto que nos va a despertar muchas inquietudes de cosas que seguramente nunca habíamos pensado. Es ideal encontrar grupos de postparto/crianza a los que podemos acudir embarazadas para ver de primera mano qué es la maternidad de verdad.

Al final, llegando al parto, las molestias se intensifican, ¿hay algún secreto para sobrellevarlas mejor?

El ejercicio físico y la higiene postural serán claves en cómo lleguemos al final del embarazo. Si aparecen molestias, es importante acudir a fisioterapia, pues muchas mejoran con tratamiento. Utilizar un cinturón pélvico puede aliviarnos (cinturón, que no faja), sumergirnos en el agua en piscinas o en el mar (podemos bañarnos hasta el último día, salvo condiciones médicas muy específicas) alivia el peso y mejora los edemas. Si el cuerpo nos pide ir más despacio, hagámoslo. Si cada día se hace más cuesta arriba seguir con una vida laboral normal, debemos plantearnos la baja. Las embarazadas no se van de vacaciones: necesitan la baja para cuidarse y preparar mejor el cambio que se viene tan intenso.

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¿Cómo afrontar los cambios emocionales que conlleva el embarazo a lo largo de estos nueve meses?

Contando con apoyo. De la pareja especialmente si la tenemos. En el modelo de familia tan pequeño que hemos creado, la pareja se convierte en el pilar más importante. También de la familia y las amigas si nos apoyan y no nos juzgan o dan consejos no pedidos y compartiendo con otras mujeres que están viviendo el mismo proceso o que acaban de pasar por él. Podemos contar con nuestra matrona. En casos en los que nos podemos sentir muy sobrepasadas, existen las psicólogas perinatales. Y, sobre todo, no nos castiguemos. No todos los embarazos son buenos ni ideales, está bien sentirnos ambivalentes o con sentimientos encontrados.

¿Hay alguna forma de minimizar el miedo al parto que sienten muchas mujeres?

Para mí es clave una adecuada preparación al parto con matrona: realista, pero a la vez emocionante. En general, el parto no es lo que sale en las películas ni en los medios. El parto es un proceso biológico normal, para el cual el cuerpo de la mujer está bien diseñado. Cuanto mejor asistidos son los partos, menos riesgo de complicaciones. A veces hay complicaciones y tenemos los medios para solventarlas. Pero deberíamos dar la vuelta a la idea que tenemos: la mayoría de partos van bien (sobre todo si se asisten adecuadamente, sin prisa y con prácticas clínicas actualizadas) y unos pocos necesitan ayuda o intervención. Y no al revés, a veces parece que la mayoría de partos van mal y solo unos pocos van bien. Un parto bien acompañado, bien asistido, puede ser una experiencia muy positiva, vaya como vaya. Termine como termine. Tener una cesárea también es parir.

¿Qué recomiendas para el momento del primer encuentro entre madre e hijo?

Cuidar el ambiente: bajar las luces, bajar las voces, no interrumpir el proceso hormonal que favorece el vínculo. Mantener a madre y bebé piel con piel es la norma biológica. Los bebés se adaptan mejor, regulan su temperatura y regulan el estrés. Aunque no todos los encuentros suponen el enamoramiento inmediato de mamá y bebé, la mayoría sí, y es importante favorecer esto, pues facilitará la crianza y la relación con el bebé.

Es fundamental evitar la separación, salvo causas altamente justificadas, pues la separación deja una huella emocional muy potente que las mujeres siguen recordando toda su vida. Especialmente en cesáreas, los hospitales que siguen separando al bebé de la madre por rutina, deben de dejar de hacerlo, como se ha hecho ya en muchísimos paritorios de este país.

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