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Salud

Enfermedad de Crohn y embarazo, ¿cuáles son los riesgos?

¿Has oído hablar de la enfermedad de Crohn? Se trata de una enfermedad crónica del aparato digestivo que provoca inflamación y que si no se mantiene controlada y con un seguimiento correcto antes del embarazo, puede provocar complicaciones durante el mismo.

“La enfermedad de Crohn (cuyo nombre se debe al apellido del médico que la describió por primera vez en el año 1932) es una enfermedad crónica que provoca la inflamación de cualquier parte del tracto digestivo, aunque con más frecuencia afecta al intestino delgado. Se trata de una enfermedad que alterna brotes y periodos de remisión. Se presenta con mayor frecuencia en personas jóvenes, y por este motivo, en muchas ocasiones afectará a mujeres jóvenes con deseo de ser madres”, nos explican la Dra. Marta Claramonte y Dra. Raquel Mula, ginecólogas de la Unidad de Embarazo de alto riesgo de Dexeus Mujer.

Las mujeres con enfermedad de Crohn tienen tasas de fertilidad similares a la población general, pero si una mujer que padece esta enfermedad crónica está pensando en quedarse embarazada lo más recomendable es que visite a un profesional para controlar los posibles síntomas. Esto está así indicado, debido a que “el embarazo no parece que aumente la probabilidad de que aparezcan brotes de la enfermedad de Crohn siempre que esta se encuentre inactiva al inicio del mismo”, nos dicen las doctoras.

Y, a esto, añaden que “en diferentes estudios se ha observado que si la enfermedad de Crohn se encuentra inactiva, tampoco existe un mayor riesgo de complicaciones en el embarazo ni de malformaciones en el feto. Sin embargo, cuando la enfermedad se encuentra en fase de brote al inicio del embarazo, sí que se han podido describir algunas complicaciones como un aumento del riesgo de abortos, partos prematuros y defectos del crecimiento fetal”.


Cuáles son los síntomas más frecuentes de la enfermedad de Chron

La enfermedad de Crohn provoca la inflamación del tracto digestivo y, en función de la parte del tracto digestivo que afecte, los síntomas variarán. Los más frecuentes según nos cuentan las expertas son:

  • Dolor abdominal
  • Diarrea
  • Cansancio
  • Fiebre
  • LLagas en la boca
  • Disminución del apetito
  • Pérdida de peso
  • Dolor en el ano debido a la presencia de fisuras

Asímismo, las complicaciones más frecuentes de la enfermedad de Crohn pueden ser: “La obstrucción de la paredes del intestino, fístulas intestinales, abscesos en el intestino, fisuras anales, úlceras en la boca, intestinos o ano, o desnutrición”, señalan.

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¿Qué repercusión puede tener la enfermedad de Crohn de la madre en el bebé?

Las doctoras insisten en que “si la enfermedad de Crohn está controlada, la mayoría de mujeres tendrán un embarazo normal y un bebé sano”. Pero, en el caso de que exista algún brote o síntoma al inicio del embarazo, puede haber más riesgos, ya que, tal y como nos explican: “Algunos estudios han relacionado la enfermedad de Crohn con un mayor riesgo de parto prematuro, bebés con bajo peso y más raramente abortos. No obstante, el grado de actividad de la enfermedad juega un papel importante. En algunos casos, como cuando hay úlceras perianales activas u otras complicaciones de la enfermedad de Crohn, puede ser recomendable realizar una cesárea para proteger el suelo pélvico materno”, indican.


Cómo es el tratamiento de la enfermedad del Crohn durante el embarazo

La mayoría de fármacos que se utilizan para tratar la enfermedad de Crohn son compatibles con el embarazo, y “el digestólogo conjuntamente con el obstetra, valorarán cuál es la mejor alternativa de tratamiento para controlar la enfermedad con los fármacos más seguros”, argumentan las expertas, y enumeran los tratamientos indicados para la enfermedad de Crohn durante el embarazo:

  • Los aminosalicilatos (sulfasalacina, mesalacina...) se consideran seguros durante el embarazo y la lactancia. Algunos pueden reducir la absorción de ácido fólico, por lo que, generalmente, se recomienda a estas pacientes tomar dosis mayores de ácido fólico.
  • Los corticoides (prednisona, budesonida...), aunque atraviesan la placenta, pueden ser usados en el embarazo, si son necesarios para controlar la enfermedad de Crohn, y también durante la lactancia.
  • Inmunosupresores como la azatioprina o la mercaptopurina, por lo general, se aconseja mantenerlos durante el embarazo ya que podría ser más perjudicial dejarlos y que la madre tenga un brote estando embarazada.
  • El metotrexate está contraindicado durante el embarazo y la lactancia. “De hecho, si una mujer o su pareja están tomando metotrexate deberían esperar al menos 3 meses en buscar el embarazo por el riesgo aumentado de malformaciones fetales. Lo mismo pasa con micofenolato mofetil, otro immunosupresor que aveces se utiliza para tratar la enfermedad de Crohn y que habría que dejar unas 6 semanas antes de buscar embarazo”, aclaran las ginecólogas.
  • Otros fármacos como la ciclosporina, el tacrolimus, infliximab, adalimumab, vedolizumbab... se pueden usar en algunos casos si no hay alternativas más seguras.
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