Niña enfadada©AdobeStock

Psicología

La etapa del ‘No’: qué hacer para llevar a tus hijos a tu terreno

Si tu hijo tiene entre 2 y 4 años y te responde a todo con una negativa no te preocupes, y ¡ten paciencia! porque está atravesando la etapa del ‘No’. Un paso más a nivel evolutivo en su desarrollo en el que se dan cuenta de que son seres independientes de mamá y papá, y pueden tomar sus propias decisiones. Descubre cómo aprender a gestionar estas reacciones para intentar llevarles a tu terreno.

‘¿Vamos de paseo?’ ‘¡No¡’, ‘¿Quieres merendar?’ ‘¡No!’, ‘Dame la manita’ ¡No!’… Y así podrías pasar infinitas horas con tu hijo contestándote a todo que no. ¡Desesperante! porque, además, no es que sea un ‘¡No!’ cualquiera, es un ‘¡No!’ tan intenso que es imposible cambiarle de parecer y lo utiliza para todo lo que le propongas. ¡Paciencia, papás! Tu hijo está atravesando la conocida como la etapa del ‘No’ que “suele iniciarse a los 2 años, y en algunos casos, comienza a evidenciarse desde los 18 meses, y se refleja en la vida de un niño hasta los 4 años, más frecuentemente, aunque se puede extender durante toda su ‘primera infancia’ (hasta los 7 años)”, nos dice la psicóloga infantojuvenil, Gina Corredor Hernández, quien desde su perfil de Instagram @psicoinfantiladolescente, ayuda a los padres a conocer a sus hijos desde el amor, el respeto y la consciencia.

El niño durante esta época atraviesa una etapa más de su desarrollo y maduración, se ve mucho más autónomo en según qué actividades y comienza a darse cuenta de que no todo depende de mamá o papá, sino que él mismo puede tomar decisiones. Según nos detalla la psicóloga: “Básicamente, la llamada etapa del ‘No’, que algunos también la llaman ‘primera adolescencia’, es una etapa del desarrollo infantil donde los niños y las niñas tienden a expresar su negación ante cualquier solicitud de los papás. Pero hay que destacar que dicen ‘No’ ante cualquier petición o instrucción que le diga el adulto o cuidador (ya sea madre, padre, abuelos, etc.), por lo tanto, debemos saber que no puede ser considerado como un mal comportamiento, ya que es algo propio del momento de desarrollo de cada niño. Es decir, esto sucede porque es una etapa de la infancia en la que los pequeños comienzan a darse cuenta que son seres independientes y comienzan a poner a prueba su reacción en las interacciones sociales”.


Cómo gestionar la etapa del ‘No’

Al principio es hasta gracioso ver cómo un ser tan pequeñito comienza a mostrar su carácter y a llevarte la contraria, pero cuando esto se convierte en un comportamiento continuo a todas horas del día y para todo lo que le propones, puede llegar a ser frustrante para los padres, aún sabiendo de que se trata de un estado evolutivo.

¿Cómo podemos gestionar, entonces, esos momentos en los que el niño no quiere hacer nada de lo que le dices? “Es importante tener claro cuáles son los límites negociables y cuáles no en la crianza de los niños. Para entender esto mejor, es fundamental que sepamos que cualquier cosa asociada con su seguridad o su salud es algo que no puede negociarse, por lo que, en estos casos, deberemos aprender a expresarlo a nuestros hijos de forma amable y respetuosa. ¿Cómo? Con ayuda de recursos visuales como imágenes o fotos, por ejemplo, ponerse el abrigo para salir de casa en invierno, solo cruzar el semáforo en verde, etc.”, recomienda. “Adicionalmente es clave que frente a aquellas actividades que podemos negociar con los pequeños, se lo presentemos de la siguiente forma. Por ejemplo, supongamos que no desea ponerse el pijama para dormir, entonces, le diríamos lo siguiente: ‘Hijo, sé que estás enfadado porque tienes sueño. Vamos a prepararnos para dormir, ¿qué pijama deseas ponerte el de frutas o el de dinosaurios? ¡Tú eliges!’. En este ejemplo hice lo siguiente: Validé su emoción (se sentía enfadado y le di la razón), le ofrecí 2 opciones que le gustan y están relacionadas con la actividad que deseamos que se realice (ponerse el pijama). Pero, ¡ojo!, la idea no es hacerlo desde el afán o la amenaza, los castigos o el chantaje, sino practicarlo de una forma asertiva (paciente) y, por tanto, respetuosa con el niño en esos momentos”, afirma la experta.

Niña enfadada sentada en el suelo©AdobeStock


Cómo aprender a entrar en ‘su mundo’ para conseguir tu objetivo

Es fundamental que tengamos presente, y recordarlo en todo momento, que se trata de un comportamiento que no hacen a propósito para querer hacernos enfadar, sino que simplemente, tal y como mencionó la psicóloga anteriormente, es la forma que tienen de mostrar que son seres independientes.

Para poder entenderles, la experta nos propone ver etapa del ‘No’ desde la perspectiva del niño, y no desde nuestra mirada de adulto, ya que, en ocasiones, podemos asumir que nos están retando o desafiando cuando no es así. “Entendamos que podemos acompañarlos desde una mirada más consciente, amorosa y, por tanto, respetuosa; y podemos ofrecerles distintas opciones, para así evitar caer en reacciones que solo nos alejan y desconectan de ellos”, indica la experta. “Recordemos que nuestros hijos a esa edad, y por causas de desarrollo, aún tienen sucerebro inmaduro y, por tanto, debemos aprender a entrar en su mundo y no buscar que ellos entiendan el nuestro”, añade.

Y, por último, la psicóloga hace una reflexión final: “Es importante tener presente generar actividades para que nuestros hijos (así como nosotros como cuidadores) puedan expresar sanamente cuándo sienten rabia o enfado (por ejemplo, dibujar, golpear un cojín, etc.). Y, no olvidar respetar el ‘No’ de los niños, recordando que la idea no es obligarles a hacer algo que no quieren, sino darles distintas herramientas y alternativas como respuesta cuando algo no les guste”.

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