¡Cada vez están más cerca las vacaciones de verano! Vuelven los meses de calor, buen tiempo, días más largos y, por tanto, más tiempo de ocio para disfrutar en familia. Seguro que tu peque ya está deseoso de darse un buen baño en la piscina, si todavía no lo ha hecho, o no veis el momento de llegar a la playa para disfrutar de unos días de descanso. Pero el verano tampoco es tan idílico, en algunos aspectos, porque con él aparecen también las enfermedades más típicas de la época estival. 

Para conocer cuáles son las más frecuentes y cómo actuar frente a ellas, hemos hablado con la doctora Paloma Tabanera, Medical Assistance Regulator de InterMundial, plataforma especialista en seguros de viaje, con servicio de telemedicina incluidos. “Durante la época de verano nuestras costumbres cambian, principalmente, las de los niños. El realizar más actividades al aire libre, el cambio de los hábitos alimenticios y la exposición a altas temperaturas conlleva el aumento de determinadas enfermedades en los más pequeños”, explica la doctora. Y, según nos cuenta la experta, a continuación te advertimos sobre cuáles son las más comunes vinculadas al verano.

Las otitis

Las otitis son una de las enfermedades más comunes en el verano asociada, sobre todo, a la sobrexposición del agua en las piscinas y en el mar. “Mantener un exceso de humedad por sudoración o por pasar mucho tiempo en el agua, favorece la proliferación de gérmenes, ocasionando otitis. Los niños empezarán a presentar dolor localizado en el oído y será necesario la valoración por un pediatra para establecer el tratamiento antibiótico y antiinflamatorio más adecuado. Una vez se ha instaurado el cuadro, es importante evitar el contacto del agua con el oído”, aconseja la experta. Para ello habrá que limitar o evitar los baños en piscinas y mar, además, los expertos aconsejan el uso de tapones, así como tener la zona lo más seca posible.

Las conjuntivitis

La conjuntivitis irritativa o infecciosa es muy común en los niños en la época de verano. “Esto se debe a la exposición a agentes externos como el agua de la piscina o del mar y la arena. El niño comenzará a presentar enrojecimiento de la zona blanca del ojo y picor. De forma inicial, se puede hacer lavados con suero fisiológico o agua fría y, en caso de no remitir los síntomas o empeoramiento de los mismos, será necesario acudir a un médico”, nos dice la doctora. Los expertos recomiendan de forma preventiva usar gafas de agua y de sol, evitar el uso de lentillas, bajo el agua y de forma mantenida en el tiempo, la higiene de manos e intentar no compartir toallas.

Los golpes de calor y quemaduras solares

Son dos de los riesgos más clásicos del verano y es que hay que tener mucho cuidado, sobre todo con los niños, con las altas temperaturas típicas de esta época y seguir las recomendaciones de los expertos.

“Los golpes de calor son frecuentes por las altas temperaturas y la incidencia directa de los rayos de sol. En ocasiones, se acompañan de procesos de deshidratación , situación que puede llegar a ser grave. En el momento en el que el niño comienza a presentar sensación de mareo, somnolencia, irritabilidad, presenta la boca y los labios secos, orina poco... es necesario consultar con personal sanitario”, aconseja la doctora. Y, además, añade: “Para evitar estos episodios hay que beber agua abundante y frecuente con alimentación adecuada, así como huir de las horas del día de más calor. Estas medidas también sirven para evitar quemaduras solares, unido al uso de cremas solares de alta protección. En caso de quemaduras, se podrá recurrir a cremas hidratantes y, en casos más severos, habrá que acudir a un centro médico”.

¡Las temidas picaduras!

Durante los meses más cálidos del año si hay algo que los caracteriza son los mosquitos y sus incómodas picaduras, aunque también pueden darse de otros insectos como arañas, abejas y avispas. “Suelen ser lesiones banales que ocasionan enrojecimiento, hinchazón y picazón. En mares de agua cálida destacan las picaduras de medusas que son más dolorosas y producen más enrojecimiento y escozor. Para calmar los síntomas se puede poner frío local. En el caso de que haya una reacción alérgica de cualquier picadura será necesaria la valoración médica”, señala.

Las infecciones

Las infecciones típicas del verano pueden aparecer por dos motivos principales, tal y como nos cuenta la doctora:

• Las más frecuentes serían el pie del atleta, por hongos en la planta del pie, e infecciones urinarias, principalmente en niñas. “Ambas, deben ser valoradas por un médico para poder establecer el tratamiento adecuado”, indica.
• También se pueden producir problemas respiratorios , no siempre infecciosos, por contaminación atmosférica y el uso de aire acondicionado. “Si los síntomas no remiten o empeoran será el momento de realizar una consulta médica”, señala. Y añade: “Para evitar estos cuadros es importante el uso de calzado en zonas comunes de piscinas y playas y mantener los pies secos sin compartir toallas. También se recomienda cambiarse la ropa de baño húmeda por otra seca y reducir el uso y la intensidad de los aires acondicionados”.

Como recomendación final la doctora nos dice: “Dado que todas estas enfermedades suelen ser procesos banales y no suelen requerir tratamientos en medios hospitalarios, una forma de agilizar una consulta puede ser a través de la telemedicina. Es un medio que permite, con la descripción de síntomas y visualización de las lesiones a través de una videollamada, dar las indicaciones médicas necesarias, así como prescribir un tratamiento, como un antibiótico en determinadas infecciones, mencionadas con anterioridad, de forma rápida y segura, si fuese necesario. En el caso de los niños, es especialmente interesante porque nos evita esperas y desplazamientos innecesarios”.