© AdobeStock Mujer embarazada en la consulta del médico ante una ecografía

Salud

¿Cómo se controla el embarazo si la mujer tiene epilepsia?

Hasta hace un tiempo se recomendaba que las mujeres con epilepsia no fueran madres. Ahora es diferente, pero se trata de una gestación mucho más monitorizada, donde lo importante es el seguimiento y la planificación.

Hay distintos tipos de epilepsia, según esta sea uno de los síntomas de otro problema de salud o bien aparezca de forma aislada. Teniendo en cuenta cada caso, el tratamiento y el abordaje de la enfermedad son distintos, y también puede suceder así en el embarazo.

El Dr. Juan José Poza, coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología (SEN), nos explica todo lo que hay que tener en cuenta para que las mujeres con epilepsia vivan un embarazo sin dificultades.

Así influye la epilepsia en la fertilidad

Tradicionalmente se decía que las mujeres con epilepsia no podían tener hijos, pero hoy se sabe que no es así. “Las mujeres con epilepsia pueden tener hijos con normalidad”, afirma el Dr. Poza.

Es cierto que en algunas con epilepsia y otros síntomas, la fertilidad puede ser inferior a la media de la población femenina, lo que puede dificultar la gestación. Pero “si la epilepsia es el único síntoma, la fertilidad es muy parecida a la de la población general”, tranquiliza.

Eso sí, es muy importante planificar el embarazo. Si una mujer tiene epilepsia no debería dejar al azar el momento de buscar un bebé, sino buscar el más idóneo, de acuerdo con sus médicos. En este sentido, lo ideal es que la enfermedad esté lo más controlada posible y, para eso, el experto recomienda acudir al neurólogo un año antes para valorar con él la situación y llegar a la concepción con la mayor estabilidad posible.

La medicación, la preocupación máxima

Una de las preocupaciones más frcuentes de las mujeres con epilepsia que quieren ser madres es qué pasará en esos nueve meses con la medicación. Se trata de fármacos que no se pueden retirar sin control médico y que aseguran que las crisis están controladas. Pero ¿tienen alguna repercusión sobre el bebé en formación?

“Algunos medicamentos que se utilizan en la epilepsia , como el ácido valproico, aumentan la tasa de riesgo de malformaciones fetales y las alteraciones cognitivas en niños que han estado expuestos a ellos durante el desarrollo fetal”, advierte el representante de la SEN. Por este motivo, no se suelen utilizar en mujeres en edad fértil. No obstante, si hubiera que usarlos porque la mujer no responde a otros tratamientos, “se ajusta a la dosis más baja posible”, indica.

Hay otros medicamentos antiepilépticos que cuentan con total seguridad durante el embarazo. Por eso, es importante que este sea planificado. De esa manera, el tratamiento se ajusta a la situación. Si el embarazo no se planifica y la mujer está tomando un fármaco teratogénico (con riesgo de malformaciones fetales), es posible que cuando se entere de que está esperando un bebé esa medicación ya haya actuado en el periodo más crítico, que coincide con el primer trimestre, cuando se forma el sistema nervioso del niño.

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¿El embarazo protege ante las crisis o las precipita?

Un embarazo controlado y con medicación antiepiléptica adecuada para el periodo gestacional no tiene por qué ir mal. Pero ¿tienen algún efecto las hormonas del embarazo, estrógenos y progesterona, sobre las crisis?

“Por un lado, los estrógenos favorecen las crisis y, por otro, la progesterona tiene cierto efecto antiepiléptico. Por ello, muchas mujeres tienen crisis durante el periodo menstrual, cuando hay una bajada de progesterona”, destaca el Dr. Poza. Sin embargo, en el embarazo, cuando los niveles de progesterona están más altos, muchas mujeres pueden beneficiarse de esa protección.

Hay que tener en cuenta otras variables a la hora de controlar adecuadamente el embarazo de una mujer con epilepsia. Por ejemplo, hay cambios en el metabolismo y el volumen y el peso se modifican, por lo que hay que ajustar las dosis de fármacos a esa evolución.

Por otro lado, “conviene vigilar el sueño de la mujer, sobre todo en el último trimestre, ya que la falta de sueño puede precipitar las crisis”, alerta el coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología.

¿Cómo afecta la epilepsia al parto y a la lactancia?

Las embarazadas con epilepsia pueden tener un parto vaginal si sus condiciones obstétricas lo permiten. Es decir, “la epilepsia no obliga a que el niño nazca mediante cesárea, y los esfuerzos del parto vaginal no implican un aumento de riesgo para que se presente una crisis”, subraya el neurólogo.

Con respecto al posparto, “los fármacos antiepilépticos no contraindican la lactancia materna. El bebé ya ha estado expuesto a ellos en el periodo fetal. Lo que sí hay que vigilar es cómo afecta a la madre la falta de sueño durante la noche”. Si las tomas nocturas repercuten negativamente en su descanso y, por extensión, en el control de la enfermedad, puede optar por otras soluciones como extraerse leche y que esa toma se la dé su pareja.

El riesgo de epilepsia en la población general es del 1%. Ese porcentaje aumenta al 5% en hijos de madres o padres con epilepsia ante distintos factores como que la enfermedad haya aparecido antes de los 30 años o que se trate de una epilepsia generalizada de origen desconocido (idiopática). En este caso, hay un ligero aumento del riesgo, pero no un condicionamiento. Por tanto, los hijos de madres o padres con epilepsia no tienen por qué heredar esta condición.


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