© AdobeStock Niño con pies planos.

Salud

Pies planos en niños: ¿se deben corregir?

Hasta hace un tiempo, los niños con pies planos debían llevar plantillas o zapatos ortopédicos. Una medida que quizás no siga estando vigente o necesita de una operación.

Un pie plano viene a definirse como un pie con ausencia de puente, o lo que es lo mismo, un pie en el que no hay bóveda plantar. Cuando nacen, los niños no tienen arco en el pie, por lo tanto, el pie plano es algo fisiológico, normal, en los primeros años de la infancia. ¿A partir de qué momento se comienza a formar? ¿Qué medidas hay que tomar y a qué edad? ¿Cuándo es preocupante? ¿Son aconsejables las plantillas y los zapatos ortopédicos para corregirlo?

La evolución normal del pie

Hacia los tres o cuatro años de edad, el pie del niño comienza a cambiar y en muchos casos muestra el arco plantar. Hasta los cinco años, un 42% de los menores siguen manteniendo los pies planos, según datos de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

“De inicio, yo prefiero un pie plano que lo contrario, un piel cavo (con exceso de puente), porque este último puede estar asociados a algún problema neurológico”, advierte el Dr. Juanjo López Martínez, traumatólogo infantil y deportivo (www.drlopezmartinez.com).

El pie plano es, pues, algo normal, aunque hace algunos años se estigmatizaba a quien lo tenía. “Actualmente se ha visto que, en ausencia de dolor, no implica ningún problema y hay incluso deportistas de primer nivel con pies planos”, añade.

Así, lo habitual es que en la primera infancia el pie vaya modificándose. Al llegar a la adolescencia, tan solo seis de cada cien chicos continúan teniendo el piel plano, según la AEP. Algunos de ellos permanecerán así durante la vida adulta.

Pie plano flexible y pie plano rígido

Hay dos tipos de pie plano: el pie plano flexible y el pie plano rígido. En la exploración, el médico determinará con una sencilla maniobra (viendo al niño caminar de puntillas), a cuál de los dos tipos pertenece.

“El pie plano flexible se va a corregir en el 95% de las ocasiones, mientras que el pie plano rígido no se va a corregir sin cirugía, ya que se produce por la union de huesos”, destaca el especialista.

En la cirugía se corregiría esa desviación de huesos, el valgo del tobillo (que está hacia adento) y, de manera secundaria saldría el puente. El pie plano rígido lleva asociado el acortamiento de los gemelos y del talón de Aquiles, por lo que con la cirugía “no buscamos el arco sino que biomecánicamente sea lo más parecido a la normalidad”, explica.

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¿Se puede favorecer el arco plantar?

Para un desarrollo sin complicaciones del pie, el especialista (@drlopezmartinez en Instagram) recomienda varias pautas:

  • Caminar descalzo. Cuando los niños andan descalzos estimulan mejor el arco plantar. Además, se ha visto que los menores de países en vías de desarrollo padecen menos problemas en los pies que los niños de países industrializados, porque van casi siempre descalzos.
  • Usar un calzado respetuoso. El traumatólogo infantil recomienda elegir un calzado lo más parecido posible al pie. Esto significa que no lleve contrafuertes, que sea blando y se adapte a la pisada y que esté hecho de materiales naturales. El cambio de zapatos debería ser cada 4-6 meses, una vez que se rompa o que el tallaje no sea adecuado. Pero siempre eligiendo modelos respetuosos con el pie. “Esto no quiere decir que haber llevado un calzado poco respetuoso ocasiones grandes daños; pero es mejor elegir los otros”, explica.
  • Huir de la obesidad infantil. Como sucece con muchos otros problemas de salud, la obesidad infantil es un factor de riesgo para tener problemas en los pies.
  • Hacer ejercicio físico.“El deporte hace que el pie se endurezca y haya menos valgo (cuando el talón sale hacia afuera y las puntas se colocan hacia adentro). Sin embargo, los niños hacen cada vez menos ejercicio físico”, expone.

¿Qué pasa con las plantillas y los zapatos ortopédicos?

El abordaje médico del pie plano ha cambiado en los últimos años. “Antes se optaba por que los niños con pies planos llevaran plantillas de inicio y zapatos ortopédicos. Sus beneficios no se han demostrado y sí sus perjuicios, pues generaron en muchos niños traumas psicológicos por las burlas de sus compañeros”, advierte el experto.

Su conclusión es que “hay que desmitificar el pie plano como algo patológico”. Si los padres han tenido pie plano hay más probabilidades de que sus descendientes tengan también esa forma.

No obstante, el Dr. Juanjo López recomienda consultar con un especialista si a los tres o cuatro años los niños no han desarrollado aún el arco plantar, pues podría acompañarse de alteraciones como una pierna más larga que otra o afecciones en la cadera. Su consejo es que haya una revisión a esta edad, otra entre los cuatro y los diez años, y finalmente otra en la adolescencia.

En todo caso, las plantillas pueden ser útiles si el pie plano ocasiona alguna limitación de movimientos o dolor, algo que no sucede en todos los casos. De necesitar plantillas habría que hacer un estudio de la pisada con un podólogo.

“Si después de usar las plantillas no hay mejoría y tampoco la hay tras pasar por fisioterapia, la última opción sería la cirugía a partir de los 10 años”, destaca. Siempre si hay dolor y una limitación de la actividad física a consecuencia del pie plano.

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