Hace falta remontarse al antiguo Egipto para encontrar uno de los primeros predecesores del anillo de compromiso. Una joya que las novias lucían en el dedo anular, por el que pasaba la vena amoris, que conectaba directamente con el corazón. Pero si pensamos en una pieza más similar a las actuales es necesario avanzar hasta 1477, cuando Maximiliano de Austria regaló un anillo con un diamante a María, hija del duque de Borgoña. Esta joya no solo tiene un peso cultural, también emocional, algo que demuestra un estudio realizado por la firma de joyería Tiffany & Co. y que concluye que una mujer mira su anillo de compromiso cerca de un millón de veces a lo largo de su vida. Tal vez por eso buscar una pieza única y especial se ha convertido en el reto de muchos novios y si hay unas que inspiran y siempre inspirarán son las de las royals.
Grace Kelly
Fecha de compromiso: 5 de enero de 1956.
Fecha de boda: 18 de abril de 1956.
El anillo: al hablar del anillo de compromiso de Grace Kelly casi todo el mundo piensa en una joya de Cartier, compuesta por un diamante corte esmeralda, valorada en tres millones de euros. Sin embargo, aunque esta sortija fue un regalo de Rainiero de Mónaco, pocos días después de la gran pregunta, la pareja dio una rueda de prensa en la que se pudo ver la deseada pieza. Era un diseño también de Cartier, tipo banda, realizado con parte del joyero familiar, según comentaba la prensa de la época.
- Anillos de compromiso que han marcado un antes y un después para las novias