La mayoría de parejas suele elegir para su boda mesas redondas, pero como eran cerca de 300 invitados, Tamara y Jesús se decantaron por unas mesas imperiales que, desde Botanyco, decoraron con unas guirnaldas larguísimas y jarroncitos preciosos con tulipanes. Además, decidieron sentarse con amigos y familiares más cercanos, "fue todo un acierto, todos nos lo pasamos genial", asegura.
Para la fiesta la novia nos explica que contaron con Quike AV, muy amigo de su marido, y Garal, de The Key Eventos. "Fue un planazo porque de repente apareció todo el equipo de Panda Club para animar aún más la fiesta y la gente se motivó un montón. Pusimos una barra libre de tatuajes que abrimos nosotros, tatúandonos una P de nuestro perrito, Polo. También hubo glitter bar con maquilladoras, fotomatón, cámara 360… ¡Todo un festival!".