El verano es una de esas estaciones que (casi) garantiza que la lluvia no aparezca en una boda. Buscando esa tranquilidad, las parejas apuestan por los meses de junio, julio, agosto y septiembre para darse el 'sí, quiero' al aire libre. Pero esta elección tiene inconvenientes: el calor y el sol pueden acechar a los invitados. Por suerte el sector nupcial se ha puesto las pilas en materia de detalles para los convidados a un enlace y decoración. Es así como triunfan sombrillas, sombreros, carpas y rincones muy especiales en los que los asistentes al enlace no sufrirán por el termómetro.
'Pai-pai'
Por si la novia, la madrina o las invitadas son algo despistadas y han olvidado su abanico en una jornada estival al aire libre, nada mejor que contar con un córner de pai-pais. Aprovecha la ocasión para diseñar un rincón bonito y acogedor con flores que dé calidez al espacio de celebración, como hace Fit for Weddings.
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