En el vestidor de fiesta de Carlota Casiraghi hay espacio para tonalidades muy diversas, desde los rojos a los nude, pasando por el tradicional negro. Pero son los tonos pastel los más habituales en sus looks de boda y el rosa, especialmente, el protagonista de algunos de sus estilismos más memorables. Se hace difícil olvidar el vestido rosa de alta costura primavera/verano 2011 del Chanel de Karl Lagerfeld que la princesa monegasca lució en la boda del príncipe Alberto, con la nadadora sudafricana Charlene Wittstock a principios de julio de ese mismo año. La propuesta contaba, además, con una lazada negra y de ese mismo color fueron los accesorios que escogió: una diadema con redecilla y un bolso saco. Ahora, en 2021, este look se ha convertido en toda una inspiración para las firmas de invitada del momento, que han apostado por su color para idear sus creaciones de otoño.
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