"Queríamos que fuera una boda bonita y divertida, por ello, sabiendo que lo importante pasaba en la iglesia, luego quisimos disfrutarlo todo como si fuéramos otros invitados, porque todo lo que organizábamos lo hacíamos pensando en lo que nos divertiría y a nuestros invitados", cuenta Marta. ¿Uno de los detalles más divertidos? El seating plan. como homenaje al lugar en el que se habían conocido, una discoteca, eligieron los nombres de los sitios de moda en Madrid, Sevilla, Formentera, Ibiza, Marbella, Puerto de Santa María, Sierra Nevada, y Formigal para diferenciar las mesas.