Las mesas de bodas más bonitas de 2025 inspirarán los diseños más espectaculares de 2026
En estos momentos conviven los diseños minimalistas, protagonizados por flores sueltas dispuestas en violeteros, con las opciones maximalistas en las que las mesas se inundan (y se desbordan)
El gran cambio que ha experimentado el sector nupcial en los últimos años, poniendo la personalización y la búsqueda de la espectacularidad en el centro en muchas ocasiones, ha salpicado en gran medida a la decoración. Las puertas de las iglesias se llenan de vegetación de arriba a abajo, los seating plans son cada vez más especiales, se crean rincones altamente fotografiables... Pero una de las evoluciones más fascinantes ha sido la de los centros de mesa. Se han transformado de simples adornos florales a composiciones que rozan lo artístico, muestran la personalidad de los novios y marcan el tono de toda la celebración.
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Lo mejor es que hay opciones para todos los gustos. En estos momentos conviven los diseños minimalistas, protagonizados por flores sueltas dispuestas en violeteros, con opciones maximalistas en las que las mesas se inundan (y se desbordan). Tendencias que han marcado el 2025 y parece que seguirán inspirando muchas de las composiciones florales de 2026. Hacemos un repaso por algunos de los diseños más especiales y espectaculares de las bodas españolas.
Desde hace ya varias temporadas, los centros de mesa minimalistas, compuestos por pequeños violeteros en los que apenas caben dos o tres flores, se han convertido en una constante. Lo positivo es que no es una de esas tendencias que permite infinidad de variaciones, por lo que aunque la veamos una y otra vez, no cansa. El montaje de la imagen, para una boda celebrada en Villa del Mentidero y organizada por Peonías Eventos, fue obra de Elena Suárez & Co. Los violeteros de colores funcionaban de maravilla con flores engamadas. ¿El detalle que armonizaba todo? El mantel, de tejido rústico y en color crema.
Como decíamos al inicio de este artículo, las opciones de decoración en el universo nupcial son muy variadas. Hay espacio para el minimalismo y sí, también para el maximalismo. Un ejemplo lo encontramos en esta composición floral de Florea eventos, en la que el tono salmón fue el gran protagonista. Este centro, que recorría la mesa de extremo a extremo, incluía también granadas; no podemos olvidar que incluir frutas y verduras en estos montajes ha sido una de las tendencias más solicitadas. Esta boda fue organizada por las wedding planner de A-Típica en el Castillo de Batres y contaron con el menaje y el mobiliario de Options.
Para las parejas que no tienen claro si optar por diseños minimalistas o por opciones de mayor tamaño, hay una solución muy sencilla: apostar por una combinación de ambos conceptos. Lo vemos en este montaje de Mercedes de Rada Studio Floral en el que los tonos rosas y anaranjados crean una bonita armonía con el eucalipto y las ramas verdes. En la mesa conviven pequeños violeteros con una o dos flores a lo sumo y centros de gran tamaño. Este recurso funciona especialmente bien en mesas imperiales.
¿Quién dijo que para decorar una mesa las flores solo se podían poner sobre la mesa? Desde hace algunos meses estamos viendo cómo las flores se van bajando tímidamente de los tableros para decorar el bajo de los manteles. Con el tono melocotón como protagonista, desde Eventos Clandestine dieron forma a la boda de Yasmine y Anthony. Para ella proyectaron una mesa en la que las flores caían hasta el suelo, donde estaban dispuestas formando una especie de jardín. ¿El resultado? Original y muy diferente.
Si el minimalismo y el maximalismo conviven en los centros de mesa más tradicionales, también sucede cuando hablamos de tendencias especiales, como la que comentábamos en el punto anterior. Sandra Lanzarote, una novia que eligió un elegante vestido de Inés Lacasa para su boda, apostó por una decoración floral muy especial que los acompañó en todos los momentos de la boda. Las mesas estaban adornadas con cascadas de flores compuestas por girasoles, dalias, claveles, gervasias, lisianthus y celosías llenas de color, que emergían con una aparente naturalidad, como si brotaran de la propia tierra, obra de Emy Floristas.
Hace años, las mesas en las bodas siempre eran redondas. Aunque este formato se mantiene, cada vez estamos acostumbrados a ver estructuras más especiales: diseños imperiales que se alargan (y mucho), mesas unidas con forma de U o de cuadrado... La ventaja de este tipo de montajes es que permiten jugar con la decoración. En la imagen, un ejemplo claro. Se trata de un trabajo de LaFederica Wedding Studio, en el que crearon un centro de mesa dispuesto en varios niveles que combinaba flores y vegetación en diferentes tonalidades, desde los colores más oscuros, rozando los granates y los negros, a los crudos.