Princesas, reinas y mujeres de la aristocracia caen rendidas ante el muguet, muguete o lirio del valle. En sus ramos de novia no falta esta flor, a la que en algunos casos dan todo el protagonismo y, en otros, le buscan un discreto espacio. Originaria de Europa central y norte y con especies emparentadas en el este de Asia y el este de América del Norte, es una variedad muy longeva, que suele habitar en los bosques. De color blanco (aunque algunas cultivadas pueden encontrarse en un suave rosa), no es muy alta, apenas alcanza los 25 centímetros en su madurez.
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En el libro La historia de las flores y de cómo han cambiado nuestra forma de vida, de Noel Kingsbury, encontramos que es muy apreciada por su aroma "dulce, pero no empalagoso, aunque intenso, pero no agobiante". Esta planta, dice el autor, podría haberse empezado a cultivar en el siglo XV, aunque ya era mencionada mucho antes, en mitología. En el pasado se organizaban fiestas, que coincidían con Pentecostés, para celebrar su floración. "Varias zonas de Alemania se especializaron en su producción, y las 25 hectáreas que destacaban en 1914 alrededor de Fráncfort del Óder eran dignas de atención, ya que sus plantas se exportaban a toda Europa", detalla.
Las prometidas la escogen por su significado: humildad, pureza y el regreso a la felicidad. Al muguet o lirio del valle se le conoce como la flor del buen augurio, pues se cree que traerá amor eterno, alegría y prosperidad al nuevo matrimonio.
Con quién: Príncipe Guillermo de Reino Unido, actual príncipe de Gales.
Firma del vestido: Sarah Burton para Alexander McQueen.
Su ramo: Alejado de las grandes composiciones florales, el diseño por el que optó Kate era una propuesta en formato mini. No solo era pequeño en tamaño, sino que cada una de las flores elegidas para el ramo era, a su vez, delicada y pequeña, concretamente lirios del valle, jacintos, hiedra y mirto. La idea de su creador, Shane Connolly, era que no fuera pesado y, por tanto, resultara fácil de llevar.
Dónde: En la Catedral de San Nicolás, en Estocolmo.
Con quién: Daniel Westling.
Firma del vestido: Pär Engsheden.
Su ramo: En la apuesta floral de la princesa no había espacio para los verdes, todo eran flores. Siguiendo las tendencias de la época, se decantó por una composición con una llamativa y exótica cascada. El ramo, en blanco, contaba con peonías, phalaenopsis, clemátides, orquídeas, gardenias, lirios del Amazonas, rosas y casi escondido, el muguet.
Dónde: En el Palacio del Príncipe de Mónaco y la Catedral de San Nicolás.
Con quién: Rainiero III de Mónaco.
Firma del vestido: Helen Rose.
Su ramo: Lejos de los grandes diseños florales propios de la época, la actriz reconvertida en princesa confió en un diseño mini que llevó posado sobre una biblia. Era una creación sencilla, únicamente compuesta por el lirio del valle, que Gracia de Mónaco decidió ofrecer, tras la ceremonia, a la patrona de Mónaco, situada en la Iglesia de Santa Devota.
Con quién: El príncipe Carlos, actual rey Carlos de Reino Unido.
Firma del vestido: David y Elizabeth Emanuel.
Su ramo: Inolvidable fue el ramo de novia, obra de Doris Wellham, de la entonces futura princesa de Gales por su inmensa cascada. Era una creación en formato XL (que hoy no sería difícil de ver) en blanco, con notas en amarillo y verde, compuesta por hiedra, jazmín de Madasgacar, orquídeas, rosas, gardenias, mirto, fresias y lirios del valle.
Firma del vestido: Los diseñadores daneses Holger Blom y Jørgen Bender.
Su ramo: Apostó por una creación irregular, algo silvestre y desestructurada, compuesta únicamente por muguet en blanco, que sumaba algunas notas de verde.
Su ramo: Rosas, gardenias y lirios del valle blancos daban forma a este diseño floral que no se salía de la tradición habitual en las casas reales. El blanco con ligeras notas de verde era la tonalidad de este bouquet que se acercaba a un ramo de presentación, por la forma de disponer las flores.
Dónde: En la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.
Con quién: Príncipe Harry de Reino Unido.
Firma del vestido: Clare Waight Keller para Givenchy.
Su ramo: La duquesa de Sussex apostó por una composición pequeña y discreta, con flores que su futuro marido recogió en los jardines del palacio de Kensington. A cargo de darle forma a la creación con lirio del valle, arvejillas aromáticas, jazmín, astilbe, astrantia y nomeolvides (la flor favorita de Diana de Gales) estuvo la florista Philippa Craddock.
Su ramo: Pequeño y con cascada fue el diseño floral por el que apostó la princesa monegasca, al que dieron forma los jardineros de palacio con la idea propuesta por el propio Giorgio Armani. ¿El resultado? Una propuesta en blanco con el lirio del valle o muguet y las orquídeas como únicas flores protagonistas.
Su ramo: Todo al blanco en un bouquet clásico al más puro estilo princesa. A simple vista resaltaban las rosas de jardín, algunas tan solo un poco abiertas, otras aún en forma de capullos. Pero acercándose algo más se distinguía el muguet o lirio del valle junto al mirto tradicional que crece en el Castillo de Sofiero.
Su ramo: La reputada floristería jerezana Florenea estuvo al frente de la decoración de su enlace y, del mismo modo, dio forma al ramo. Con una ligera cascada, la propuesta floral contaba con muguet, la flor preferida de Isabelle; lilas blancas; un toque de jazmín y otras flores blancas silvestres.
Su ramo: Las rosas de jardín inglesas en color blanco crema se mezclaban con sutiles flores de muguet en un bouquet muy sofisticado de inspiración tradicional.
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Tamara Falcó
Cuándo: El 8 de julio de 2023.
Dónde: En El Rincón, en Aldea del Fresno.
Con quién: Iñigo Onieva.
Firma del vestido: Wes Gordon para Carolina Herrera.
Su ramo: La marquesa de Griñón apostó por una creación en formato mini elaborada únicamente con muguet. Una elección en consonancia con el tipo de look que vistió, inspirada en la realeza, que causó un gran revuelo, por ser tan pequeño.
Firma del vestido: Maureen Baker, para la firma Susan Small.
Su ramo: Rosas y lirios del valle o muguet eran las dos flores que componían el ramo blanco con cascada. Además, como marca la tradición, el diseño floral incorporaba una rama de mirto perteneciente al arbusto que plantó la reina Victoria en 1840 en los jardines de su residencia, Osborne House
Su ramo: Decidió continuar la tradición de incorporar el mirto de Osborne House (donde se encuentra el arbusto), que se sigue desde que la reina Victoria se casara con el príncipe Alberto y lo plantara para convertirlo en costumbre. Y el diseño de la princesa se componía, además, decardo azul, jazmines, rosa blanca, hiedra —que creaba una bonita cascada— y lirio del Valle.
Con quién: Jaime de Borbón-Dos Sicilias, duque de Noto, hijo de los duques de Calabria.
Firma del vestido: Phillipa Lepley.
Su ramo: Aunque no trascendieron detalles acerca del tipo de diseño floral que escogió la joven noble, la realidad es que observando las imágenes de su enlace puede distinguirse, en su pequeño ramo, el lirio del valle.