El 6 de octubre de 2018 el Palacio de Liria se engalanaba. Esta edificación del siglo XVIII es, desde principios del XIX, la residencia oficial de la casa de Alba en la capital de España y principal sede de su valiosa colección de arte y archivo histórico. Ha sido el escenario de algunos de los acontecimientos más importantes de la familia Fitz-James Stuart y lo fue, aquel día, de la boda de los duques de Huéscar, que hoy celebran su aniversario.
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Fernando Fitz-James Stuart y Solís, hijo de Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, decimonoveno duque de Alba, y de Matilde Solís-Beaumont y Martínez Campos, y Sofía Palazuelo Barroso, hija de la galerista de arte Sofía Barroso y tataranieta de Gregorio Marañón, se daban el 'sí, quiero' por la mañana.
Una ceremonia celebrada en el jardín
La ceremonia religiosa comenzó con puntualidad, a las doce y media del mediodía. Fue oficiada por el padre Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp —confesor y asesor espiritual de doña Cayetana— con la ayuda del padre Ángel, en la gran terraza trasera, porque en la capilla no cabían los más de 700 invitados. Allí se montó un altar de flores obra de la paisajista Teresa Vicente-Franqueira, decorado con obras de arte con motivos religiosos.
El novio, vestido con el uniforme de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, entró del brazo de su madre, Matilde Solís-Beaumont, que llevaba un elegante y sencillo traje azul marino, obra de Lorenzo Caprile. Lo acompañó con un espectacular collar de zafiros que perteneció a su madre, María Isabel Martínez Campos, marquesa de la Motilla, y lució también una mantilla negra.
Y llegó uno de los momentos más esperados: la entrada de la novia. Sofía Palazuelo llegó acompañada de su hermano, Fernando. Junto al altar, en un sitio de honor, los esperaba la Reina doña Sofía, que asistió en representación de la Casa Real; también había otros dos Reyes: Simeón y Margarita de Bulgaria. Al otro lado del altar, el padre del novio, vestido con chaqué, y la madre de la novia, Sofía Barroso, con un elegante conjunto de blusón largo y pantalón en tonos azules, que combinó con una pamela del mismo tono y un abrigo con brocados dorados.
Todos los detalles del vestido de la novia
El traje de novia que llevó Sofía el día de su boda, fue una creación de su tía, la diseñadora Teresa Palazuelo, que murió en noviembre de 2022. "Teresa era de las personas más discretas y elegantes que he conocido. Le quitaba hierro a todo. Era enormemente profesional y muy empática. Recuerdo el proceso con mucho cariño. Me dio muchísima tranquilidad y paz tenerla cerca", explicaba la propia Sofía a ¡HOLA! Novias un año después del fallecimiento de su tía.
"Teresa me conocía muy bien y entendió que quería algo sobrio, acorde con mi personalidad y estilo. Me propuso varias ideas y finalmente nos inspiramos en las líneas arquitectónicas de Balenciaga para crear el traje", contaba la duquesa de Huéscar.
Fue así como nació un vestido de silueta A con un discreto escote de pico, de manga corta, y de cuyos hombros nacía una espectacular capa desmontable que también funcionaba de cola. También tenía el sello de Teresa: una larga hilera de botones forrados en la espalda que, tal como explicaba la novia a ¡HOLA! Novias, llevó bastante tiempo abrochar.
El traje estaba confeccionado en lana fría crepada, aunque el interior era de seda natural. En total se utilizaron 140 metros de tejido para dar forma a este diseño que fue creado sin patrones previos y modelado directamente sobre el cuerpo de Sofía.
Una novia sin tiara
Rompiendo con la tradición de las novias de la Casa de Alba, Sofía Palazuelo prescindió de la tiara (un gesto que imitaría Belén Corsini en su boda con Carlos Fitz-James en mayo de 2021). En su lugar, prefirió llevar un sencillo tocado de plumas, creado por la sombrerera Teresa Briz, que adornaba su sencillo recogido de inspiración bailarina.
En cuanto a las joyas, eligió un brazalete de brillantes y un gran zafiro que perteneció a su bisabuela, Carmen Marañón, y unos pendientes, también de brillantes, regalo de pedida de Fernando.
Su maquillaje, muy natural, obra del estilista brasileño KleyKafe. Y ramo de novia, un pequeño bouquet de rosas blancas acompañadas de mucho verde, fue diseñado por Aflore Mio, la firma de su amiga, la paisajista Teresa Vicente-Franqueira.
Una celebración en los jardines del Palacio de Liria
Los jardines de Liria, diseñados por el famoso paisajista francés Jean-Claude Nicolas Forestier, fueron el escenario elegido por la pareja para el cóctel que ofrecieron tras la ceremonia religiosa. Después, en otra zona de los jardines, se sirvió el almuerzo que, tal como publicaba ¡HOLA!, fue una comida de tres pasos. "De primero, ensalada de bogavante y langostino con verduras mediterráneas y mayonesa de cítricos; de segundo, una pularda de Bresse al horno son salsa de brandi Armañac y uvas en almíbar, acompañada de cebollas perla glaseadas y patatas paja, y de postre, una tarta árabe de obleas frita con crema inglesa y almendras escarchadas. Un albariño, un rioja y champán francés, de Reims, acompañaron el servicio durante todo el almuerzo".
Poco antes del atardecer, los recién casados abrieron el baile, montada en el jardín, bailando un vals tradicional: Bombones de Viena, de Johann Strauss.
Un día lleno de anécdotas en el que estuvieron arropados no solo por todos los miembros de la familia Alba, también por buena parte de la nobleza española. No quisieron perderse el enlace Ana de Francia, duquesa viuda de Calabria; Carlos y Esther Falcó, marqueses de Griñón; Fernando Falcó, marqués de Cubas; Johannes Osorio y Blanca Suelves, duques de Alburquerque; Alicia Koplowitz, Santiago de Ybarra y Mercedes Baptista de Ybarra, condes de El Abra; Sonsoles Diez de Rivera, hija de los marqueses de Llanzol; Piru Urquijo y Jaime de Marichalar.
Además, representantes del mundo de la cultura —Carmen Posadas, Gregorio Marañón y su mujer—, la política —Esperanza Aguirre, Pío García Escudero, Íñigo Méndez de Vigo, José Manuel García-Margallo— y la sociedad —el estilista José Fernández-Pacheco— e invitados extranjeros, como los príncipes Pierre y Silvia d’Arenberg o José Antonio Ruiz-Berdejo.