El buen tiempo, las horas de luz y la posibilidad de celebrar el gran día -o parte de este- al aire libre hacen del verano una de las estaciones favoritas para darse el ‘sí, quiero’. Sin embargo, al igual que en las bodas de invierno estamos pendientes de la lluvia y el frío; en las de verano, debemos tener en cuenta el calor y los 'estragos' que puede causar, también a la hora de elegir el vestido de novia. Tejidos como el tul, el crepé, la organza o la gasa de seda, que den sensación de frescura, ligereza y movimiento son los más adecuados para esta época del año. En diez de nuestras novias virales, encontramos la inspiración.
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Cada primavera-verano, la pasarela reinventa el clásico ganchillo en un sinfín de estilos y formas, pero, a pesar de ser uno de los tejidos protagonistas de la época estival, pocas veces lo hemos visto en un vestido de novia de verano. Hasta que llegó Margarita. Esta novia uruguay,a que dio el ‘sí, quiero’ en su país natal, se hizo viral gracias a su original vestido: un diseño con escote halter con detalles de encaje y croché bordado en discretos tonos plateados y dorados, obra de Agnes Lenoble. Para completar el look nupcial, Magarita eligió una flor en el pelo, un rosario y prescindió de ramo.
Siempre quedará grabado en nuestra memoria el slip dress con el que Carolyn Bessette dio el sí, quiero a John John Kennedy, y que se ha convertido en inspiración recurrente para las novias más minimalistas y cool. Para su gran día en Mallorca, la influencerBea Gimeno apostó por un vestido de estética lencera y aires boho que completó con un velo de encaje y un ramo silvestre. Con escote en pico, espalda al aire y silueta relajada, el vestido caía con naturalidad gracias a su tejido fluido y brillante. ¿El resultado? Un look nupcial moderno y minimalista, pero con mucha personalidad, perfecto para una boda junto al mar.
El vestido soñado de Marta, obra de Isabel Núñez, tenía todos los ingredientes para convertirse en un diseño viral, y así fue. Con escote cuadrado -el favorito de las novias en los últimos años-, corsé de talle bajo y una larga falda de georgette de seda, este diseño englobaba las principales tendencias nupciales de la temporada. Para la ceremonia religiosa, la novia decidió prescindir de velo y, en su lugar, se cubrió los hombros con una delicada capa con mangas en el mismo tejido que la falda. Pura inspiración.
Las buenas temperaturas permiten a las novias mostrar un poco más de piel y jugar con diferentes escotes y aperturas de forma sutil y elegante. Esto es lo que sucedió con el vestido de novia de Pachuca. “Me gusta mucho el cuello halter y llevar la espalda al aire”, nos cuenta. Y con estas dos premisas claras, Navascués confeccionó el traje de sus sueños: un vestido plisado que acompañó con velo y cola de tul rosa con pequeñas flores bordadas; perfecto para una boda de verano en el campo, donde naturaleza, romanticismo y delicadeza se funden en propuestas ligeras con detalles únicos.
Soñar con un vestido de novia ligero, cómodo y sencillo no está reñido con la elegancia y los detalles con personalidad. Si, como Elena, buscas un look nupcial discreto pero con algo inesperado, esta propuesta te encantará. Se trata de un diseño de Alex Vidal, de silueta depurada, con vuelo en la falda y un detalle de lo más especial: un cuello redondeado, tipo canesú, que dejaba ligeramente al descubierto los hombros y que se convirtió en el protagonista absoluto del look.
Si hay una silueta que ha liderado las tendencias nupciales en los últimos mesas, ha sido sin duda esta: cuerpo de talle bajo, con escote cuadrado y tirantes anchos, del que nace una falda llena de vuelo y movimiento. La influencer Lucía Páramo, como buena prescriptora de tendencias, fue fiel a la moda actual y, el día de su boda, nos conquistó con un vestido de novia, de Flor Fuertes, que equilibraba estructura y fluidez. El toque personal lo puso con el drapeado del cuerpo y los bordados de abalorios en la falda, a cargo de la casa By Luneville.
Para su gran día en Sotogrande, Ana quería un look sencillo, pero no demasiado clásico, ya que quería que encajase con la idea de una boda junto al mar. Alejandra Valladares, fundadora de Valzú, fue la encargada de materializar ese sueño: un vestido de escote halterque la diseñadora elevó con un cuerpo drapeado a mano de bambula de seda y falda asimétrica de aires rústicos. Como broche final: las mangas desmontables y unas alpargatas que añadían el toque estival.
Fiel a su estilo minimalista y elegante, la empresaria y directora creativa Alex Rivière-Sieber eligió para su boda de cuento en Venecia un diseño de alta costura de Dior, firma que la ha apoyado desde sus inicios en la moda. El vestido de novia, de inspiración helénica, estaba confeccionado en gasa de seda plissé, con cinturón trenzado y escote asimétrico -de cuyo hombro caía una tela formando la cola-. Para completar el look, Alex eligió una delicada capa de gasa transparente anudada al cuello. El equilibrio perfecto entre elegancia, ligereza y romanticismo.
Confeccionado en tejidos naturales propios del verano, como el lino, el vestido de novia de Bea, firmado por Valenzuela, conjugaba romanticismo y ligereza a la perfección. Para ceder todo el protagonismo al diseño, de cuello halter y con delicados bordados florales, la novia quiso prescindir de cola y velo, y, en su lugar, eligió llevar una ligera capa que dotaba de movimiento y frescura al look nupcial. Un diseño ideal para aquellas novias que buscan diferenciarse sin perder elegancia.
Aunque la mayoría de las novias sueñan con llevar vestido el día de su boda, no podemos olvidar a todas aquellas que prefieren salirse de lo convencional y elegir un diseño diferente, más acorde a su estilo y personalidad. Beatriz es un ejemplo de ello: para sellar su historia de amor de 15 años, llevó un look nupcial con pantalón. Luis Infantes fue el encargado de crear este conjunto de dos piezas, de estilo sastre y con un punto escultórico -en un guiño a la formación en Historia del arte de la novia-. Como la boda fue en verano, el diseñador creó un cuerpo sin mangas, estilo chaleco, y escogió la frescura y ligereza de la bambula de seda como tejido principal. El broche de oro lo puso la espectacular pamela.
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