Durante esa misma visita a Oslo, Máxima fue recibida por la Familia Real de Noruega para una cena de gala, en la que deslumbró con esta creación degradada con capa, de Natan, y la tiara de zafiros o Dutch Sapphire Parure Tiara, que fue un regalo que el rey Guillermo III hizo en 1881 a su esposa, la reina Emma.