En esta ocasión, la Reina ha vuelto a recurrir a una falda larga -en color negro-, que ha combinado con una capa al tono y zapatos de tacón, en el que se ha convertido en su look más sobrio hasta la fecha. Como complemento imprescindible, ha añadido una mascarilla modelo ffp2 en color blanco, mientras que don Felipe ha preferido una quirúrjica.