A una semana de Navidad, la Familia Real belga ha acudido a uno de sus eventos tradicionales año tras año, el concierto celebrado en el Palacio Real de Bruselas, una cita que simboliza el cierre del año y el agradecimiento por el apoyo recibido en las actividades oficiales de los últimos doce meses. Alrededor de 550 invitados fueron recibidos anoche por el rey Felipe, la reina Matilde y las princesas Elisabeth y Leonor en una velada que mezcló música clásica, villancicos y danza, y que será emitida en televisión la mañana del 25 de diciembre antes del clásico mensaje del monarca.
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Pese a la ausencia de los príncipes Gabriel y Emmanuel, quienes no pudieron asistir por compromisos académicos, fue una noche muy especial para los Reyes y sus hijas, quienes estuvieron implicados hasta en el más mínimo detalle, incluyendo la decoración del árbol. Los cuatro derrocharon elegancia festiva, y las mujeres deslumbraron -literalmente- con sus vestidos brillantes, todos totalmente adecuados para estas fechas y muy inspiradores de cara a nuestros conjuntos para citas señaladas las próximas semanas.
Una elegante heredera al trono
Como era de esperar, la heredera al trono fue una de las grandes protagonistas del evento, y brilló con luz propia gracias a su naturalidad, su simpatía y, por supuesto, su lookazo. Recuperó un diseño de Rebecca Vallance que estrenó el pasado mayo en la final del Concurso Reina Isabel 2025 de Piano en Bruselas. Se trata de un elegante y moderno modelo de crepé negro que se ajusta al cuerpo y destaca por su manga corta abullonada estructurada. Como explican desde la marca, el vestido incluye un cierre oculto en la espalda y está completamente forrado, lo que garantiza comodidad y un acabado impecable, mientras que la combinación de adornos lo convierte en una pieza especial para ocasiones festivas o de gala.
El toque espectacular lo aportan los bordados de cristales dispuestos en forma de tres estrellas alrededor de la cintura, creando un efecto fajín que estiliza la figura al máximo. La princesa ha escogido unos llamativos pendientes que conectan con estos motivos, un par colgante que combina tonos dorados, plateados, brillantes y perlas. Están creados artesanalmente en Roma y pertenecen a la reina Matilde, quienes los estrenó en 2016, pero los ha lucido en más ocasiones su hija. Ha completado con un bolsito de mano a tono y zapatos de salón clásicos.
En cuanto al look de belleza, ha dejado su melena suelta, peinada con raya al medio y ondas sofisticadas, al igual que ha hecho su hermana, Leonor. Ambas han coincidido también con un maquillaje sofisticado y juvenil, con acabado muy luminoso e, incluso, toques brillantes.
El look de fiesta de Leonor de Bélgica
La benjamina de la familia estrenó un vestido de Ba&Sh, una marca parisina de moda femenina contemporánea conocida por su estilo elegante, femenino y con un toque bohemio que refleja a la perfección esa mezcla entre la sofisticación francesa y la estética efortless. Optó por un diseño con escote en 'V' que realza el cuerpo, corte a la cintura y mangas kimono, detalle que aporta un toque moderno y diferente.
Está confeccionado en un fino tejido de punto trenzado fabricado con fibras sintéticas recicladas, lo que no solo implica un acabado técnico, sino que refleja la preocupación de la joven royal por la sostenibilidad y el medio ambiente. Si pensabas que una prenda en este tipo de materiales no puede ser elegante, te equivocas, no hay más que ver esta, que, para elevar la sofisticación, agrega pequeños bordados de lentejuelas. Tiene un precio de 395 euros y se encuentra actualmente disponible a la venta a través de la página online de la firma. Leonor ha estrenado también un bolsito de fiesta, un modelo rígido de mano realizado en ante y decorado con aplicaciones brillantes.
Por su parte, Matilde ha sido la más innovadora de la noche. Ha arriesgado (y ganado) con un vestido que se suma a dos de los grandes detalles típicos de los looks navideños: las lentejuelas y los tonos metalizados. Ha recuperado de su armario un look de Natan, una de sus casas de cabecera, que le hicieron a medida y en exclusiva para ella. Posee discreto escote barco, manga corta acampanada y corte a la cintura. Está cuajado de pequeñas paillettes doradas y decorado con flores blancas que salpican el cuerpo y acaban cuajando la zona inferior. Originalmente, la falda recta caía hasta los tobillos, pero, en esta ocasión, lo ha lucido más corto, hasta media pierna, por lo que todo apunta a que se lo han modificado.
En cuanto a accesorios, ha reciclado unos salones dorados de puntera afilada y tacón fino de Gianvito Rossi y ha optado por uno de sus bolsitos preferidos para los eventos destacados, una creación de Giorgio Armani en lamé con cadena desmontable. Como look de belleza, ha confiado en su peinado característico, clásico, ondulado y con volumen en la raíz.