Alejandra Martos ha encontrado en su hija Manuela a su compañera favorita para ir al cine. Esta semana ha vuelto a demostrarlo en el estreno de Avatar: Fuego y Ceniza, donde las hemos visto posando ante las cámaras así de cómplices. La cita tuvo lugar en los cines Kinépolis Ciudad de la Imagen, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), que se llenó de rostros conocidos como Irene Villa, Noelia López, Álvaro Arbeloa y su mujer, Carlota Ruiz, Gabriel Guevara, David Otero, Adriana Abenia y Oona Chaplin, que es una de las protagonistas de la película dirigida por James Cameron.
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Estilismos a juego para su noche de chicas
Alejandra y Manuela, de 22 años, coordinaron sus looks para desfilar por la alfombra roja, apostando por el siempre elegante negro. La hija de Raphael se decantó por un conjunto de chaqueta y pantalón con un top de escote en 'v' y zapatos con un poco de plataforma, dando el toque de color con su bolsito de color mostaza y su manicura en un rojo vibrante.
Manuela, por su parte, apostó por un top de cuello alto sin mangas y unos originales pantalones de terciopelo con flecos, siguiendo un estilo western con su cinturón plateado y unos botines de piel de serpiente con tacón fino. Las dos optaron por un maquillaje muy natural, enmarcando los ojos en negro y un labial melocotón, además de llevar la melena suelta.
La hija mayor de Alejandra Martos y el ejecutivo Álvaro de Arenzana, que se separaron en 2020 tras casi dos décadas de matrimonio, presumió de belleza en esta noche de estreno. Tras causar sensación hace unas semanas con el lookazo que llevó en el homenaje de los Latin Grammy a su abuelo, el cantante Raphael, Manuela ha vuelto a convertirse en el centro de todas las miradas. Y es que es una gran apasionada de la moda.
Así nos lo contó su madre en una entrevista con ¡HOLA! en la que describía cómo es su hija: "Manuela se quiere comer el mundo. Eso me encanta. Es una niña con muchas ganas de conocer y probar cosas". "Estudia Psicología en la universidad, pero dibuja divinamente y tiene mucha sensibilidad para el arte", nos contaba en un posado excepcional que protagonizaron en nuestras páginas para celebrar la mayoría de edad de Manuela. "Nos gusta ir juntas a tiendas, salir a comer, visitar museos... A veces sube al taller de restauración y le enseño en lo que estoy trabajando. Tenemos una relación muy bonita. Ya es más mayor y hablamos de cosas de adultos", nos contaba llena de orgullo.
Eso sí, finalmente la nieta de Raphael ha decidido encarar su carrera profesional hacia otra rama. Y es que, aunque soñaba con convertirse en criminóloga, Manuela es diseñadora de interiores. "Le gusta mucho el mundo del arte, pero mi hija es interiorista". "Es una chica disciplinada. Con muchas ganas de conocer y saber, y de probar cosas. Pero no creo que le interese ser influencer”, nos confesaba su madre.