Esta mañana, en el corazón de la Salesforce Tower de Londres, Kate Middleton ha presidido el Future Workforce Summit. Siendo este un acto de carácter institucional, la princesa de Gales no podía llevar otra cosa que no fuera uno de sus icónicos trajes. Un look elegante y clásico para liderar una reunión histórica —el primer encuentro que reúne a 80 líderes empresariales británicos para impulsar la inversión en los primeros años de vida—. Esta es una de sus fórmulas más estudiadas: el traje gris, un símbolo de poder dentro del armario real contemporáneo y una de sus prendas predilectas cuando debe ejercer liderazgo. ¿Lo curioso de hoy? Ha cambiado su icónica blusa pussy bow por una con cascada de volantes.
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El look de Kate: un nuevo traje de color gris
Desde hace meses, la futura reina está reforzando una imagen que se aleja del romanticismo que marcó su estilo durante la década pasada. El traje gris claro de Roland Mouret que ha llevado hoy, con blazer entallada y pantalón amplio, recuerda a otros diseños que ha lucido recientemente. Ya en septiembre, cuando visitó Sudbury Silk Mills y Marina Mill para conocer el trabajo de los fabricantes textiles británicos, Kate Middleton llevó un traje gris con estampado príncipe de Gales.
Este color está asociado al rigor profesional, pero también al equilibrio emocional, un concepto clave en su mensaje sobre la primera infancia. La sastrería, por su parte, cumple una función psicológica y estructural: proyecta control, claridad y autoridad, rasgos imprescindibles cuando se encabeza un proyecto considerado —incluso dentro de la Casa Real— como su “vida entera”.
Una blusa con detalles victorianos
Pero si algo ha destacado hoy es la blusa de volantes en cascada de Knatchbull, un detalle estilístico mucho más arriesgado de lo que parece. La princesa de Gales suele decantarse por las blusas de lazo tipo pussy bow, herencia directa de la estética diplomática de los años 80 y de la propia Diana. Sin embargo, esta vez ha optado por una pechera de volantes de aire victoriano, una pieza que introduce movimiento en un conjunto marcado por líneas rectas y que retoma la inclinación que viene mostrando en los últimos meses hacia detalles históricos reinterpretados. Ya el Día de la Amapola —cuando apareció con un pañuelo de estilo jabot— vimos cómo experimentaba con ese toque decimonónico, un guiño a la tradición británica y también al lenguaje simbólico de la elegancia institucional.
El bolso 'working girl' y los pendientes de diamantes
El bolso merece mención aparte. Kate Middleton rara vez recurre a piezas de gran tamaño; su imagen pública suele construirse alrededor de bolsos de tamaño pequeño. Pero hoy ha llevado un bolso tote de Smythson, un modelo pensado para la llamada “working woman”: resistente, amplio y discreto. Esta firma representa más de 130 años de artesanía británica, vinculada históricamente a figuras como Grace Kelly, Katharine Hepburn, Vivien Leigh o Winston Churchill. Kate no solo apoya marcas nacionales —una constante en ella—, sino que recurre a casas profundamente ligadas al imaginario cultural británico.
Los pendientes de Mappin & Webb, otra firma histórica fundada en 1775, completan el mensaje: calidad, tradición y un enfoque sobrio pero exquisito. La joyería británica ha sido siempre uno de los vehículos de proyección más importantes de la realeza, y Kate lo sabe bien.
Una princesa comprometida con la causa
Al abrir el acto con un discurso centrado en la importancia del amor, la conexión emocional y los vínculos tempranos, la princesa de Gales no solo ha presentado cifras o proyectos, sino una visión a largo plazo: construir una sociedad más saludable desde la primera infancia. Desde que creó la Business Taskforce for Early Childhood en marzo de 2023, ha sido —según fuentes internas del Palacio de Kensington— “la fuerza impulsora” detrás de cada informe, cada iniciativa y cada conversación. Incluso durante su tratamiento, continuó revisando documentos, participando a distancia y trabajando en los cortos animados lanzados este agosto, diseñados para ayudar a padres y profesionales a entender la importancia de los gestos cotidianos en el desarrollo infantil.
Mañana, en un escenario completamente distinto —el Royal Variety Performance en el Royal Albert Hall— veremos otra faceta. Pero hoy, en Londres, en un encuentro que pretende impactar a más de un millón de niños de aquí a 2026, ha sido el traje gris quien ha hablado primero.
