La noche más cinematográfica de Los Ángeles —sin contar con los premios Oscar— volvió a confirmar su papel como la gran alternativa al Met Gala neoyorquino. La Academy Museum Gala, en su quinta edición, reunió a una lista de invitados que resume lo que es hoy Hollywood: una mezcla de tradición, espectáculo y moda. La gala, que recauda fondos para el Museo de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, contó este año con Penélope Cruz como homenajeada con el Icon Award, un reconocimiento que consolida su vínculo de décadas con la industria y con Chanel, casa que la viste desde 2018.
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La alfombra azul de esta edición funcionó como un adelanto de lo que marcará el tono de la temporada de premios 2026. Predominaron los colores neutros —negros y blancos—, solo interrumpidos por el rosa y el rojo que algunas invitadas usaron para romper la uniformidad. Entre los diseñadores más repetidos: Prada, Saint Laurent y Balenciaga, todos reinterpretando el glamour clásico con una dosis de pragmatismo contemporáneo.
Estas fueron las invitadas mejor vestidas de la Academy Museum Gala 2025 y los looks más llamativos que merecen una mención:
Lució un diseño blanco de encaje hecho a medida por Givenchy bajo la era Sarah Burton, con espalda tipo capa. Un guiño al romanticismo gótico de los 90 pero reinterpretado con la luminosidad actual de su generación.
Apostó por un vestido burdeos con volumen lateral y cola de Prada, acompañado por collar y pendientes de impacto. Su peinado estaba inspirado en el espíritu disco de los setenta y en Studio 54.
En su rol de premiada, eligió un glamuroso vestido en tono marfil de Chanel adornado con pedrería y flecos de strass. Su melena suelta con raya lateral recordó a las divas del cine clásico.
Elegante en un diseño de Stella McCartney en amarillo, un color que irremediablemente nos recuerda a su vestido en Cómo perder a un chico en diez días.
Hicieron su debut en alfombra roja como pareja recién casada con looks coordinados de Giorgio Armani. Ella con un vestido negro y chaqueta a juego, él con traje de terciopelo del mismo tono.
cudió con un vestido de alta costura de Maison Margiela en tono nude, combinado con una máscara facial completa que ocultaba rostro y cabello. Una provocación estética que recuerda su inclinación por disolver las fronteras del cuerpo y la obra.
