Mary de Dinamarca ha acompañado a la reina Margarita en una visita muy especial a Møns Klint —el espectacular acantilado danés recién incluido en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO— y ha convertido este acto institucional en toda una lección de estilo otoñal. Lo más llamativo de la jornada no ha sido solo la complicidad entre ambas reinas, madre e hija política, sino la capacidad de Mary para “transformar” su look hasta en tres ocasiones, adaptándolo al entorno, al clima y a las actividades de la visita.
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Primer look: elegante y formal
La jornada ha comenzado con un conjunto lleno de color: pantalón recto en color rojo de The Fold, blusa romántica floral de Me+Em y blazer marrón de Harris Wharf London, todo rematado con unos zapatos de tacón de piel en color naranja de Malone Souliers. Una apuesta vibrante y sofisticada, perfecta para el inicio de este acto oficial. El contraste entre los tonos tierra y el estampado floral refleja, además, la capacidad de Mary para incorporar las tendencias de la temporada —como el regreso de los colores cálidos y el estilo bohemio— sin caer en estridencias.
Segundo look: cómodo y práctico
Cuando la visita ha requerido más funcionalidad, la reina ha optado por una metamorfosis exprés: se ha quitado la blazer para sustituirla por un jersey marrón de lana merino de Harris Wharf London, ha cambiado los tacones por unas botas marrones más prácticas y se ha recogido su melena en un peinado sencillo. El resultado ha sido un look relajado y cómodo, sin perder el toque otoñal. Este gesto conecta con un aspecto clave del estilo de Mary: su cercanía. No teme mostrar que, como tantas mujeres, adapta su ropa a las circunstancias del día, lo que hace que su imagen resulte aún más realista.
Tercer look: la gabardina atemporal
Finalmente, Mary ha añadido un tercer toque maestro: una gabardina beige clásica, también de Harris Wharf London, que ha convertido el conjunto en un manual perfecto de entretiempo. La gabardina, icono eterno de armario, ha reforzado la idea de que los básicos de calidad nunca fallan y ha demostrado que, con apenas tres prendas bien elegidas, se pueden conseguir múltiples looks.
Lo interesante de estos cambios no es solo la adaptación práctica, sino cómo reflejan el pulso que Mary mantiene con las tendencias actuales. En las últimas semanas, la hemos visto apostar por una camisa vaquera, una de las piezas estrella de este otoño, y también compartir prendas con su hija pequeña, la princesa Josephine. Ambas lucieron la misma blusa floral de Zimmermann. Esa naturalidad en el vestuario familiar recuerda a cómo otras royals, como Máxima de Holanda con sus hijas, apuestan por compartir armario y dar una imagen cercana y actual.
El valor simbólico de la cita
Más allá de la moda, la presencia conjunta de Margarita y Mary en Møns Klint ha sido histórica. Desde que Margarita abdicó en enero de 2024, cediendo el trono a su hijo Federico y, por extensión, el título de reina consorte a Mary, no son frecuentes los actos oficiales en los que aparecen juntas. Su visita conjunta al GeoCenter Møns Klint subraya no solo el compromiso con el medioambiente y la biodiversidad —al participar en la plantación de la merian, planta clave para la supervivencia de la rara mariposa azul de manchas negras—, sino también la continuidad de la institución en un relevo generacional tranquilo y ejemplar.
Margarita, que durante más de cinco décadas fue una de las monarcas más queridas y respetadas de Europa, conserva un papel simbólico y de gran influencia cultural. Mary, por su parte, ha sabido integrarse en la familia real danesa con una elegancia discreta y un estilo propio.
Moda real (y realista)
El resultado de los tres looks de Mary es una lección de moda aplicable a la vida real: tres estilismos distintos construidos sobre una misma base, aspiracionales pero alcanzables. Con un puñado de prendas clave —pantalón en color tendencia, blusa floral, jersey de punto, gabardina clásica y calzado versátil— Mary demostró que no es necesario un armario infinito para proyectar elegancia.