Días de navegación para la Mary de Dinamarca. Este verano, la Reina, junto al rey Federico X, han participado en su ya tradicional viaje oficial por su país a bordo del yate real Dannebrog. Una travesía en la que ha demostrado todo su estilo a través de looks luminosos y muy estudiados. Ayer, tras verla el martes reciclar una blusa floral de su hija Josephine, nos ha demostrado en Nordre Toldbod que ella sabe cómo interpretar la tendencia marinera, adoptándola a una estética royal que, además, es pura inspiración para las invitadas de entretiempo.
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Un vestido británico de 2017
Para la jornada del pasado miércoles, en la que concluía la temporada de vela (se despidieron de la tripulación del yate real en la cubierta trasera y de los reclutas del barco, que entrenaron en este desde abril; para, posteriormente, ofrecer una cena en el Palacio de Frederik VIII en Amalienborg), Mary de Dinamarca recuperó uno de sus vestidos más bonitos. En concreto, recicló un diseño de Temperley London (modelo Berry) en encaje blanco con transparencias, que posee cuello con lazada, manga corta, línea lady y largo midi. Esta pieza luminosa y muy favorecedora con guiño romántico la estrenó el 9 de octubre de 2017. Posteriormente, lo llevaría el 23 de mayo de 2018 y el 1 de noviembre de 2022.
La combinación marinera del blanco y azul navy
De forma acertada y siguiendo la pauta marinera que marcaba la jornada, la Reina combinó su vestido de encaje blanco con prendas y complementos en azul navy. Por un lado, vemos que ha recuperado también su chaqueta corta de Prada, que estrenó el 18 de septiembre de 2014 durante en visita de Estado a Canadá y que ha prestado en dos ocasiones a su hija Josephine. En esta ocasión, le ha dado un giro muy apropiado al prender de su pechera un broche con forma de ancla.
Un nuevo sombrero para Mary de Dinamarca
Por otro lado, ha estrenado un sombrero tipo Fedora hecho en Australia, el diseño Windsor de Canopy Bay by Deborah Hutton. Buscando la coordinación cromática, también volvemos a ver su clutch de Quidam, presente en su vestidor desde 2014; y sus salones Romy 100 al tono de Jimmy Choo, que calza desde 2019. Como joyas, recicla su pulsera de perlas de agua dulce de Dulong y su brazalete de oro y diamantes de Rebekka Notkin.