Julio de 1997, Diana Spencer (la que fuera princesa de Gales) disfrutaba de unas vacaciones privadas en Saint-Tropez junto a sus hijos, los príncipes Guillermo y Harry, a bordo del lujoso yate Jonikal, propiedad de Mohamed Al-Fayed. Nadie podía imaginar que aquellas imágenes, tomadas por paparazzi desde la distancia, se convertirían en testimonio de sus últimos días y, al mismo tiempo, en fuente de inspiración estilística para generaciones futuras.
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A día de hoy, el algoritmo de las redes sociales lo tiene claro: lo que Diana vestía entonces es pura tendencia en 2025. El nombre ha cambiado, pero el espíritu es el mismo. Lo que ahora llamamos coastal grandmother -una mezcla de elegancia relajada, lino blanco, camisas oversize, tops de tirantes, pantalones beige, sandalias planas, gafas XL y un halo de discreto lujo marítimo-, fue algo que Diana lució con naturalidad, mucho antes de que las influencers pusieran nombre a la estética.
Un verano que marcó la moda
Aquellos días en la Costa Azul fueron capturados con una mezcla de glamur y melancolía. Diana aparecía sonriente, desenfadada, casi etérea. Luciendo bañadores estampados con gafas de sol doradas y pareos anudados en la cadera a conjunto con los trajes de baño; estaba marcando tendencia sin esfuerzo y sin saberlo. Las imágenes recorrieron el mundo como símbolo de una mujer libre, empoderada, que, tras dejar atrás los corsés de la realeza, redefinía su estilo y su vida.
¿Qué es exactamente el 'coastal grandmother'?
Popularizado por las redes hace un par de años, el término hace referencia a un estilo de vida y vestir inspirado en esencia, en una mujer madura que vive cerca del mar, cuida de su jardín, viste con tejidos nobles y tonos neutros, y respira sofisticación sin ostentación.
Camisas blancas de lino, jerséis de punto fino sobre los hombros, pantalones palazzo de algodón, sombreros de paja, alpargatas… El estilo transmite calma, equilibrio, conexión con la naturaleza y, sobre todo, elegancia relajada. Exactamente lo que Diana proyectaba mientras jugaba con sus hijos en la playa o leía al sol en cubierta.
Un legado estético que no pasa de moda
Más allá del impacto mediático de su figura, Diana fue una auténtica precursora de tendencias. De hecho, muchas de las siluetas y prendas que hoy encontramos en marcas como Zara, Mango o Adolfo Domínguez, desde los caftanes de lino hasta los shorts de sarga y las camisas fluidas, vienen directamente de ese archivo visual de los años 90.
Dónde comprar moda 'coastal grandmother' esta temporada
Para empezar a crear estos básicos de fondo de armario puedes comenzar por piezas más versátiles como una camisa de lino blanca (disponible en Zara por 29,95 euros) y unos shorts o bermudas del mismo material (como el diseño 100% lino disponible por 49,95 euros en Massimo Dutti ). Con estas prendas puedes empezar a construir looks inspirados en los de Diana que, claramente, siguen siendo tendencia.
El arte de vestirse para el mar (con alma)
Si algo hizo Diana con maestría fue vestir para sí misma. No buscaba impactar, sino sentirse bien. Y en sus veranos post-divorcio, lejos de la formalidad del protocolo real, pudo experimentar una libertad de estilo que hoy sigue inspirando. En una época donde el quiet luxury es tendencia, el archivo de sus vacaciones en la playa se presenta como una guía perfecta para entender cómo combinar sencillez, clase y personalidad.