En una era donde la moda se reinventa constantemente, pocas figuras consiguen enlazar con tanta naturalidad la tradición aristocrática y la estética moderna como lo hace María Carolina de Borbón-Dos Sicilias. Con 21 años, esta joven royal no solo ocupa titulares por su linaje y su belleza, sino por un estilo personal que respira elegancia, conciencia y autenticidad. En los últimos meses, ha brillado en los front rows más codiciadas, ha hecho virales sus apariciones en redes y ha protagonizado un momento tan inesperado como humano: un accidente de moto del que salió ilesa gracias al casco… y del que extrajo una valiosa lección sobre responsabilidad y estilo de vida.
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En enero de este año, María Carolina deslumbró en la Semana de la Alta Costura de París asistiendo al desfile de Gaurav Gupta. Su elección: un vestido palabra de honor en color nude con apliques brillantes y detalle drapeado lateral que marcaba su silueta.
En el Festival de Cine de Cannes, lució un vestido de escote corazón combinado en blanco y negro entallado al frente que dejaba caer una cola en la parte trasera, estilizando su figura y reeditando el glamur clásico con aires frescos.
Más allá de las alfombras rojas
María Carolina ha mantenido este 2025 una agenda muy visible. Acudió al torneo de Roland-Garros, donde lució un vestido tweed blanco con pamela oversized, encajando en una estética pulida, elegante y actual. En celebraciones familiares, como su 21º cumpleaños en Cerdeña, se dejó ver con joyas de Hermès, vestidos vaporosos y peinados retro dignos de Grace Kelly.
Su inspiración está clara: mezcla de referencias vintage (como corsés de encaje o faldas globo) con piezas modernas, y sin miedo a apostar por accesorios singulares. De hecho, uno de sus sellos es incluir en sus looks bolsos originales con guiños juguetones, como los de Braccialini, o gafas de sol de gran tamaño con aire diva.
Princesa de la rama italiana de la Casa de Borbón, hija de Carlos de Borbón-Dos Sicilias, duque de Castro, y de Camilla Crociani, esta estudiante en el Instituto Marangoni de París y con formación en economía, es mucho más que una cara bonita. Sabe leer los códigos de la moda y convertirlos en lenguaje propio. Tal como declaró recientemente a Sotheby's: “Mi zona de confort es un estilo femenino, elegante y clásico, pero siempre con un toque de extravagancia”.
Para ella, la moda no es simple escaparate: es relación, construcción de identidad y reflejo de valores. Lejos de adoptar una imagen prefabricada, su presencia mediática transmite la elegancia de la realeza europea, la frescura de la Generación Z y la madurez de alguien que entiende que vestirse es también una forma de contar quién eres.
María Carolina de Borbón se ha convertido, sin hacer ruido, en uno de los rostros más interesantes de la aristocracia contemporánea. En ella confluyen el pasado y el presente, lo clásico y lo actual, el lujo y la sensatez. Y sobre todo, una idea poderosa: la moda, cuando se hereda con estilo, se transforma en legado vivo.