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Cuando solo imaginaba este proyecto, Valérie Messika no podía ni soñar con que, en solo veinte años, su firma sería referente mundial en la joyería, un universo muy complicado de conquistar para las nuevas marcas. De hecho, las primeras piezas que creó fueron para su madre y sus amigas, y su colección debut se alejaba mucho de lo que Messika es hoy: eran colgantes en seda de pescar. Sin embargo, hay algo que no ha cambiado desde 2005, ni cambiará: un universo construido sobre diamantes.
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"Cuando empecé, no tenía una estrategia, pero sí la intuición de que la joyería era demasiado seria y de que se podía crear una marca de joyas que gustara a la generación más joven y compitiera con las firmas de moda", recuerda la empresaria francesa, con quien nos encontramos en París para conocer la historia de Messika y de Valérie.
20 años de diamantes para todas
"Quería que mis joyas fueran como un tatuaje, diamantes colgando y brillando cerca de la cara. Algo sexy y ligero, que puedas usar a diario", explica Valérie sobre el espíritu con el que empezó hace dos décadas y que, como decíamos, se mantiene a día de hoy. Hija de un comerciante de diamantes, tras estudiar marketing, arrancó su propia marca y le hizo a su padre la promesa: siempre utilizaría este mineral. Si bien sus primeras joyas eran sencillas y modestas, "en unos meses, me di cuenta de que el producto era bueno porque la gente lo quería comprar".
A partir de esos colgantes para sus amigas y todo lo que aprendió de su padre, que trabajaba en el sector desde 1972, Valérie fue erigiendo, paso a paso, el imperio Messika: en 2007 lanzó su primera colección completa; en 2008, vio la luz su icónica pulsera Move; en 2015, la línea de Alta Joyería... Y así, hito a hito, hasta hoy, un momento en el que cuenta con más de 30 boutiques en todo el mundo, diseña joyas con las que sueñan chicas de todas las edades y fue la responsable del desfile más viral el pasado septiembre, durante Paris Fashion Week, en el que vimos a Heidi Klum, Ashley Graham, Kelly Rutherford, Georgina Rodríguez, Camille Razat...
"El éxito de ese show fue una combinación de estar en el momento perfecto y en el lugar adecuado (la Semana de la moda, en este caso), de contar con el formato correcto para tu firma, y de rodearte de gente que encaje y sea capaz de conectar con diferentes públicos", enumera las razones que hicieron que su último show conquistara las redes. El último que menciona, las alianzas con las personas apropiadas, es una de las claves que, casi desde el principio, han logrado consolidar a Messika como referente del lujo mundial.
Sus alianzas con 'tops models' y estrellas
Valérie afirma que siempre ha estado "obsesionada con la publicidad", un elemento decisivo para triunfar en cualquier sector de consumo. Por eso desde el inicio de su marca prestó especial atención a las campañas, queriendo transmitir en ellas todas las facetas de una misma mujer. "Una mujer puede ser fuerte y débil, delicada y poderosa a la vez. Por eso buscamos distintas bellezas, pero también diferentes tipos de energía", nos cuenta. Algunas de las modelos que han personificado esta complejidad han sido Gigi Hadid -elegida para celebrar, en 2017, los 10 años de Move-, Kendall Jenner y Kate Moss, quien incluso diseñó una edición limitada para Messika y la presentó en el primer desfile de la casa.
Este verano, también son tres bellezas muy diferentes y complementarias las protagonistas de la campaña: las modelos Bibi Breslin, Rosalieke Fuchs y Fei Fei Sun. Esta inclusividad que tantas marcas fuerzan para parecer contemporáneas, en Messika resulta natural. Sus joyas -sencillas, elegantes, cómodas- pueden llamar la atención a diferentes tipos de mujeres. Y de hecho, lo hacen: de las mencionadas modelos Kate Moss y Gigi Hadid a la cantante Rihanna, Messika se ha colado en el joyero de chicas de todos los estilos y gustos.
Pero si hay una celebrity que Valérie menciona con orgullo en este listado, esa es Beyoncé. "Siempre voy a recordar cuando vi a Beyoncé con nuestro anillo, ella fue la primera. Llevó un Glam'Azone Doble. Se había enamorado de la marca en su hotel de París y se lo di, sin conocernos en persona ni saber si se lo pondría alguna vez o no. Pero se lo puso, visitó el Museo del Louvre, apuntó al cuadro de la Mona Lisa con el anillo y lo publicó en Instagram. Por supuesto no nos etiquetó, ¡claro! Pero entonces ya tenía como 100 millones de seguidores, y era un mensaje poderoso: ella es una mujer fuerte, muy trendy, y estaba llevando un anillo de diamantes en París, en un lugar muy tradicional. Era una mezcla de modernidad y tradición que también está en mi historia. ¡Fue el principio de algo!".
20 años de historia... y los que quedan
Era 2014, han pasado más de diez años, y Valérie, como Messika, ha evolucionado. "Ahora tengo más confianza, en mí y en el producto. ¡Es más caro, claro! En 2015 lancé la línea de Alta Joyería porque sentía que tenía más experiencia y conexión con el diamante", nos explica la empresaria. Lo que no se ha perdido en este crecimiento es el proceso artesanal de diseño y manufactura de las piezas, como podemos comprobar al visitar sus talleres en el centro de París. Allí se crean piezas "hechas a medida", como en un atelier de costura; joyas inspiradas en las que vimos en el desfile pero adaptadas a las peticiones y gustos de cada cliente.
¿Y qué planes tiene por delante Valérie para que Messika siga creciendo de esta forma imparable? Sobre el gran show con el que celebrará, el próximo septiembre, las dos décadas de la firma, ni puede adelantarnos mucho porque "¡aún no está todo cerrado!". Lo que sí nos cuenta en primicia es que le gustaría colaborar con alguna celebrity ajena a la industria de la moda, "una cantante o una actriz", y que de ser esta española, tendría claro a quién escogería: "Penélope Cruz, por supuesto. Es increíble".