"Me motiva mucho salir de mi zona de confort. Creo que la creatividad se alimenta del cruce entre mundos distintos", confiesa Inés Domecq, que cada temporada nos impacta con sus colecciones de moda y nuevos proyectos. A estas alturas, no necesita carta de presentación. Pero por si alguien ha estado desconectado del mundo en la última década, baste decir que la jerezana está considerada una de las mujeres más elegantes del planeta y, hace cinco años, decidió lanzar su firma de diseño, inspirada en su propio estilo y en sus raíces andaluzas.
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Desde entonces, Inés ha firmado alianzas con sectores muy diferentes, desde coches a refrescos, siempre con la moda como hilo conductor. Y cada una de sus empresas ha sido todo un éxito. Una vez más, la marquesa de Almenara —por su matrimonio con Javier Martínez de Irujo— vuelve a sorprendernos gracias a su colaboración con un gigante de la cosmética, Estée Lauder. No hay nada que la frene, porque, como ella misma sostiene, "cada proyecto nuevo es una oportunidad para aprender, para crecer, para reinterpretar la marca desde otro ángulo sin perder la esencia". De moda, triunfos y, por supuesto, de belleza, hablamos con Inés.
—Cuéntanos, ¿en qué consiste esta nueva colaboración?
—Es una colaboración muy especial con Estée Lauder, que lleva por nombre "Oda", como un homenaje poético a la belleza en todas sus formas. Hemos unido el universo de IQ con un clásico atemporal como Advanced Night Repair, para crear una experiencia que combina moda y belleza. Como símbolo de esta unión, he diseñado una bolsa exclusiva de IQ Home que refleja los valores y la estética de ambas marcas. Es una pieza funcional, pero con alma, que acompaña a la mujer en todos sus momentos con estilo y sofisticación. Está disponible en exclusiva en El Corte Inglés.
Elegancia sin estridencias
—Andalucía, tus raíces, tus paisajes, siempre tienen reflejo en tus colecciones. ¿En esta ocasión también lo está?
—Sí, Andalucía siempre está presente en lo que hago, aunque sea de forma sutil. En este caso, está en la calidez de los tonos, en la elegancia sin estridencias, en la naturalidad de la pieza. Es ese equilibrio entre lo rotundo y lo sencillo que tanto admiro de mi tierra.
—¿A quién le dedicas esa admiración y elogio que expresa una oda?
—A todas esas mujeres que me inspiran cada día. Mujeres auténticas, con estilo propio, que cuidan de sí mismas desde dentro hacia fuera. También a todas las personas que creen en lo que hacen y lo defienden con pasión.
"Me han pedido mucho que diseñe novias. El mundo nupcial me parece precioso, lleno de emoción y simbolismo, pero por ahora no está en mis planes"
—¿Qué importancia le das a la belleza en tu día a día?
—Para mí, la belleza está en los gestos pequeños, en cuidarse, en sentirse bien con una misma. No se trata de seguir estándares, sino de encontrar lo que te funciona. La belleza es también armonía, equilibrio y autenticidad.
—¿Qué tratamientos te haces?
—Soy bastante constante con mi rutina de cuidado facial. Advanced Night Repair de Estée Lauder es un básico desde hace años. Me gusta combinar tratamientos en cabina, de vez en cuando, con productos que me aporten hidratación y luminosidad.
—¿Te gusta maquillarte a diario?
—Depende del día. A veces solo un toque de corrector, máscara de pestañas y algo de color en los labios. Me gusta verme natural, pero con buena cara. El maquillaje debe resaltar, no esconder.
Instintivo y visceral
—¿Cómo ha evolucionado tu marca desde que nació, hace cinco años, y cómo ha cambiado tu forma de hacer moda?
—Ha crecido mucho en estos años y, con ella, yo también. Al principio, todo era más instintivo, más visceral. Ahora hay un equilibrio entre la intuición y la estrategia. Sigo diseñando desde la emoción, pero con una visión más amplia de lo que significa construir una marca sólida.
—¿Qué la diferencia de otras firmas de moda?
—Creo que IQ tiene una identidad muy marcada. Apostamos por piezas atemporales, con carácter, pero muy llevables. Diseños pensados para durar, para acompañarte en muchos momentos, que no buscan imponerse, sino realzar la personalidad de quien los lleva.
—¿Cuáles crees que son las claves de tu éxito?
—La constancia, la coherencia estética y el rodearme de un equipo que cree tanto en la marca como yo. Y por supuesto, la conexión con nuestras clientas. Ellas son nuestra mayor inspiración y la razón por la que todo cobra sentido.
—Una curiosidad: ¿sabes coser?
—Sé lo básico (risas), lo justo para entender cómo se construye una prenda desde dentro. Pero tengo la suerte de trabajar con un equipo de patronistas y modistas excepcionales, que hacen posible que las ideas cobren forma.
—¿Y qué crees que es necesario para poder liderar, con éxito, una firma de moda?
—Es imprescindible entender el proceso, respetarlo y, sobre todo, saber comunicar tu visión al equipo técnico. La moda es un trabajo profundamente colaborativo.
—¿Es tu profesión como la habías imaginado?
—Es mucho más intensa, pero también mucho más gratificante. No imaginaba hasta qué punto te exige estar presente en cada detalle. Pero, al mismo tiempo, es un privilegio poder dedicarme a algo que me apasiona.
—A la hora de gestionar tu firma, ¿qué prima en ti, el lado creativo o el empresarial?
—Ambos son fundamentales. Mi impulso siempre parte de la creatividad, pero he aprendido a valorar mucho el lado empresarial. Una marca no se sostiene solo con buenas ideas, necesita estructura, visión y constancia.
—Pareces una mujer serena. ¿Algo te pone nerviosa o te causa ansiedad?
—Me gusta tener todo bajo control y, a veces, el ritmo de los lanzamientos o los imprevistos logísticos me generan tensión. Pero también he aprendido a delegar y a confiar; es esencial para mantener el equilibrio.
—Ahora, con tu prima Tana, la hija de Eugenia Martínez de Irujo, hay otra diseñadora en la familia. ¿Qué te ha parecido su trabajo?
—Estoy muy orgullosa de Tana y me encanta su colección, que tiene un toque muy personal y auténtico. Tana tiene mucho talento y siempre tiene éxito en todo lo que hace.
"Mucho por aprender"
—¿Qué consejo, si te lo pidió, le diste cuando decidió abordar este proyecto?
—No me atrevo a dar consejos, soy más de pedirlos, ¡porque me queda mucho por aprender! Pero si tuviera que darle uno, sería que dejara su alma en cada cosa que haga.
—Este año, también has lanzado una colección infantil y una segunda colección con Roberto Diz. ¿Cuál es tu próximo reto?
—Seguir creciendo sin perder la esencia. Me ilusiona explorar nuevas líneas y ampliar la parte internacional de la marca. Pero siempre paso a paso, con coherencia.
"¿Coser? Sé lo básico, lo justo para entender cómo se construye una prenda desde dentro. Es imprescindible entender el proceso, respetarlo y saber comunicar tu visión al equipo técnico"
—Seguro que ya te habrán propuesto que diseñes novias. ¿Te gustaría lanzarte al diseño nupcial?
—Sí, es algo que me han pedido mucho. El mundo nupcial me parece precioso, lleno de emoción y simbolismo; pero estoy centrada en crecer en el universo IQ de "prêt-à-porter" y hogar. Por ahora, no está en mis planes… ¡Hay grandes profesionales y firmas en este sector a los que admiro muchísimo!
—¿Dónde podemos encontrarte, cuando no estás trabajando?
—Con mi familia. Me recarga estar con los míos, en el campo, en contacto con la naturaleza.