Responsabilidad, compañía... estos son algunos de los beneficios de incorporar una mascota a la familia
Una mascota, además de ser un miembro más en la familia, trae muchos aspectos positivos para los más pequeños. Algunos de ellos, como nos señalan Sònia Sáez, veterinaria y Brand Manager de Purina Corporativo, y Federica Burgio, responsable científica de animales de compañía en MSD Animal Health, son:
- Compañía constante. La mascota está ahí siempre, tanto en los malos como en los buenos momentos. De hecho, en el caso de los perros, se ha demostrado que cuando los niños están tristes, enfadados o asustados, recurren antes a sus mascotas que a sus padres. Además, acariciarlos y abrazarlos alivia el estrés y ayuda a relajarse.
- Estilo de vida más activo. Los perros, los gatos, los hámsters, los conejos... aunque no lo parezca, los niños tienen que andar detrás de ellos, lo que propicia que estén moviéndose de un lado a otro.
- Aprenden a ser responsables. Tienen que asegurarse de que tienen comida, agua, en el caso de que estén en una jaula, que está limpia...
- Mayor empatía y autoestima. Al cuidar de un animal, desarrollan un mayor nivel de compasión y empatía, así como de autoestima, ya que, al fin y al cabo, son ellos los encargados de cuidarles.
- Aprenden a gestionar la frustración. Las mascotas son compañeras de juego, pero no siempre hacen lo que queremos, por lo que educa de forma positiva a respetar.
- Beneficios para la salud. La veterinaria apunta a que existen estudios que han demostrado que los bebés que se han criado con una mascota enferman mucho menos en su primer año de vida, y que mejora su sistema inmunológico. Además, se ha descubierto que los niños que crecen con perros tienen menos riesgo de desarrollar alergias.
- Aumenta la felicidad. La interacción con animales aumenta los niveles de serotonina y dopamina, que son los componentes químicos de los sentimientos positivos.