El de noviembre es un número de celebración; un homenaje al campo español a través del cual hemos recorrido bosques, cultivos, dehesas y orillas para celebrar nuestra tierra, nuestras gentes y nuestras costumbres ya desde la portada, donde Almudena de Arteaga Anchústegui, marquesa de Santillana, nos abre las puertas del castillo de Monclova; una joya arquitectónica a las afueras de Sevilla que lleva en su familia varias generaciones y en cuya finca elaboran su propio aceite, crían ganado y dan largos paseos a caballo por el campo.
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“Para mí el campo andaluz es sinónimo de descanso y tiempo en familia. Aquí aprendí a montar a caballo, a tirar al plato o a varear los olivos de la forma clásica”, cuenta.
De la mano de las hermanas Macarena y Beatriz Rubio Benjumea nos acercamos a la sierra cordobesa y disfrutamos de una bonita jornada campera en el coto familiar, lleno de recuerdos de su infancia. De ahí a Sanlúcar de Barrameda, donde las primas Paloma Barbadillo Gispert y Lola Pérez Barbadillo comparten, desde su casa y los evocadores viñedos, recuerdos de una vida vinculada a ese bonito rincón gaditano y a las icónicas bodegas familiares.
Por su parte, la profesora de baile flamenco Aurora Muñoz Algarra, hija del diestro Emilio Muñoz, se reúne con su tía Aurora Algarra y sus cuatro primas para celebrar un encuentro en clave femenina en la ganadería familiar donde tan buenos ratos han disfrutado entre capeas, caballos y largas sobremesas. Beatriz Blázquez, cuarta generación haciendo jamones, culmina este recorrido en el evocador refugio que su familia tiene en la dehesa.
Alejandra de Rojas capote en mano, la pasión campera de Charo Palacios, condesa de Montarco, o los recuerdos de infancia de un día de matanza de María del Prado ponen el broche a estas páginas que son toda una declaración de amor al campo español.
