La vela tiene fama de ser un deporte exclusivo, con príncipes, reyes y varios Kennedy entre sus fieles. ¡Pero que no te imponga! Martina Jáudenes, cuya familia siempre ha estado muy vinculada en Mallorca a este mundillo, nos descubre las claves para que parezca que has nacido dominando el viento y las olas
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1. ANTES DE NADA
Si te han invitado a pasar el día en un velero, hay varias cosas que tienes que tener claras antes de subirte: “Lo más importante es ser prudente: ¡no toques nada cuya función desconozcas! En el mar, ser precavido es más valioso que ser valiente”, aconseja Martina Jáudenes.
Y en un velero más aún, pues son menos estables y dependen más de la pericia de la tripulación. “Cuando llegues, quítate los zapatos para no dañar la cubierta, pero no los dejes tirados, podrían moverse en algún viraje o caer al mar”. Puedes utilizar náuticos o zapatillas tipo Bensimon (te protegerán de los habituales golpes de las poleas).
2. EL LOOK
Puedes inspirarte en Jackie Kennedy y sacar tus mejores camisetas de rayas marineras, pero no es imprescindible. “Opta por prendas básicas y ligeras, tipo shorts o chinos con camisetas de algodón, y jersey o cortavientos en caso de que haga frío”, sigue Martina. ¿El pelo? Siempre recogido, si no lo quieres tener en la cara todo el rato; las gafas, con cordel y olvídate de sombreros.
3. EN BUENOS TÉRMINOS
Da igual que sea tu amigo del alma o directamente un familiar; el patrón o la patrona del barco se convertirá en un ser hostil y autoritario que comenzará a dar órdenes en cuanto eche mano del timón. Procura congraciarte llevándole unas gambitas, un jamoncito rico o una botella de vino fresquito para cuando el velero atraque, seguir al pie de la letra todas y cada una de sus indicaciones y, lo más importante, no estorbar ni distraer.
4. NOCIONES BÁSICAS
Aparte de proa -parte delantera- y popa -parte trasera-, hay otros términos que conviene conocer: estribor se refiere a la derecha y babor a la izquierda, siempre que se esté mirando de popa a proa. Recuerda también que en los barcos no hay más cuerda que la del reloj. La vida a bordo se rige por cabos y nudos, y la única soga será la que utilicen para colgarte como mancilles la embarcación con esa palabra.
5. SIEMPRE ALERTA
Sabemos que los veleros se sirven del viento, pero a la mayoría se nos escapan los detalles técnicos. No importa, siempre y cuando uno esté atento a la única frase que importa a bordo: ¡Ojo con la botavara! Si mantienes tu cabeza a salvo de esa amenaza en movimiento, que es el palo que sujeta el mástil, todo irá bien. Prepárate también para recibir órdenes urgentes e incomprensibles: “¡Rápido, amarra el largo de babor al noray!”. Lo mejor es quitarse de en medio y mantenerse bien agarrada a las líneas de vida.
6. ¡AL AGUA!
Nunca te tires al agua mientras un velero está en movimiento, es descortés y peligroso. Espera a que esté "fondeado" para disfrutar de un baño, idealmente frente a alguna bonita cala. Y, hablando de aguas, siempre que se trate de un agradable paseo -y no de una travesía-, las necesidades en casa, en el puerto o en el mar. El patrón te lo agradecerá.
7. MAR EN CALMA
Nada de música alta o jaleo a bordo: un velero no es un party boat. “Disfruta del entorno, del agua y de las calas, respetando el medio y a los barcos de alrededor”. Por supuesto, prohibido fumar a bordo; no olvides que en un velero -donde abundan los materiales inflamables- un incendio es más peligroso que un naufragio. Y ojo con la bebida: el mar se mueve, y mucho, por lo que podrías marearte y caer al agua... o peor aún, acabar vomitando por la borda. Si lo haces, nunca con el viento a favor, por favor.
8. NO TE LA PIERDAS
Si este verano quieres adentrarte en el apasionante mundo de las regatas, pon rumbo a Mallorca, donde hay una amplia tradición y cada verano se celebra la famosa Copa del Rey, o a Galicia, donde tienen lugar la Regata Rey Juan Carlos, en Sanxenxo, y la Ladies Cup, dentro del Trofeo Príncipe de Asturias, en Baiona. Todas ellas citas imprescindibles para los amantes de la vela en nuestro país.