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María Macaya: yoga para sanar

Hablamos con la experta en yoga contra el trauma e hija de la gran anfitriona de Mallorca, la desaparecida Cristina Macaya, para conocer las claves de una técnica que calma la ansiedad y las heridas emocionales

El yoga llegó a mi vida gracias a mi marido, Fernando. Yo tenía 24 años y no lo había practicado nunca. Estábamos en Central Park, en Nueva York, ciudad en la que yo hacía un máster, y me dijo: ‘¿Hacemos yoga?’. Y ahí, debajo de la sombra de un árbol, me enseñó el perro boca abajo y el saludo al sol. Enseguida me enganché”. Quien habla es María Macaya, profesora y formadora en yoga sensible al trauma (YST), un tipo de yoga desarrollado por psicólogos y psiquiatras para trabajar de forma segura con personas con desasosiego y contribuir en el proceso de sanación.

“El yoga me ayudó a reducir la ansiedad que me acompañaba, una sensación que me decía siempre que tenía que hacer más y mejor”
©Richard Pilnick

María es la cuarta hija de Cristina Macaya, la gran anfitriona de Mallorca, por cuya residencia en la isla pasaron desde Bill Clinton a los príncipes de Mónaco. “Nací en Madrid y a los 10 años me fui a un colegio interno en el extranjero. Me pasé 30 años viviendo fuera de España en 5 países. Llegué a Barcelona hace 9 años, donde hemos establecido nuestro hogar más fijo con mi marido y mis tres hijos”.

Allí imparte sesiones presenciales en Jivamukti Barcelona y gestiona la fundación sobre salud mental Radika, que María define como su cuarto hijo y su segunda familia. “Sabemos que el trauma se queda en el cuerpo a través de la memoria implícita, que influye de forma inconsciente en cómo entendemos el mundo y cómo nos movemos por él”, explica.

©Lisi Lluch

El yoga sensible al trauma es una de las formas de incluir la parte somática en un proceso de sanación. “Mi vida cambió y significó mucho para mí empezar a dedicarme al yoga. Me ayudó a reducir la ansiedad que me acompañaba, una sensación que me decía siempre que tenía que hacer más y mejor, que aún no era suficiente. El yoga me coloca en el momento presente, lejos de esas expectativas, miedos e inseguridades”, concluye.

Beneficios

©Alicia Olona
  • Rebaja la ansiedad. Diversos estudios científicos demuestran que practicar cinco minutos de yoga al día reduce la ansiedad.
  • Adiós al desasosiego. El yoga sensible al trauma trabaja las heridas emocionales que se traducen en distintos tipos de desasosiego, como la depresión.
  • Vivir el presente. El yoga es un ejercicio que te hace consciente del momento presente, de disfrutar del ahora y no adelantar acontecimientos.

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