Inés Domecq y la alternativa al traje que funciona del día a la noche

La empresaria ha acudido al Teatro Real de Madrid con un conjunto que combina básicos con complementos de tendencia

Por Elena M.Medina

Estilistas, editoras, prescriptoras de estilo... hoy en día para ser un icono de moda no hace falta pasearse por la alfombra roja ni desfilar para los mejores diseñadores del mundo. Aunque la pasarela y la red carpet siguen siendo fuente de inspiración para muchas mujeres, cada vez más los referentes de moda forman parte de un mundo más cercano a las mujeres anónimas del mundo y, además, no siempre relacionado con la industria. Por ejemplo, la abogada y activista Amal Clooney -que no tiene estilista ni suele estar muy presente en las semanas de la moda- se ha convertido en un icono para muchas mujeres. En el caso de España, muchas mujeres se identifican más con la forma de vestir de la empresaria y diseñadora Inés Domecq que con el estilo de grandes celebrities. Inés consigue con frecuencia colarse en las listas de las mejor vestidas. Sus conjuntos de invitada son siempre los más comentados, siendo Roberto Diz uno de sus diseñadores de confianza y el responsable de algunos de sus estilismo más elegantes. En su última aparición por las calles de Madrid ha vuelto a dar una lección de estilo con un conjunto sencillo pero en absoluto previsible, un look equilibrado que podría funcionar tanto en un vestuario de trabajo como en una cita más especial. En el caso de Inés, lo lució para asistir al Teatro Real.  

Con motivo del estreno de la ópera La Calisto, numerosas personalidades del ámbito de la cultura y la política española se dieron cita en el madrileño Teatro Real. Pedro J. Ramírez y Cruz Sánchez, Alberto Ruiz-Gallardon y María del Mar Utrera, el empresario Emiliano Suárez o la diseñadora Elena Benarroch fueron algunas de las caras conocidas que se dejaron ver en las inmediaciones del emblemático edificio. Inés Domecq acudió acompañada de su marido Javier Martínez de Irujo y se convirtió, una vez más, en una de las más elegantes. La empresaria y diseñadora eligió una falda beige, cuyo largo se alargaba casi a la altura de los tobillos, de aspecto fluido y silueta recta. Una propuesta sencilla a la que añadió un cinturón en tonos naranjas con estampado animal, uno de los hits de estilo de la temporada. Para mantener la sintonía cromática, Inés combinó la prenda con una blusa blanca de cuello cerrado que lució por dentro de la falda, dejando ver el cinturón. 

Para completar el estilismo optó por un abrigo de largo tres cuartos (de mayor longitud que la falda) con cuello de solapas y cierre de botones. Esta prenda, también en color beige, potencia la sensación de look monocolor de un estilismo que está construido a partir de tres tonalidades que funcionan a la perfección combinadas entre sí: el blanco, el beige (uno de los colores de tendencia del momento) y el burdeos. Los complementos, unas sandalias tipo peep toe con hebilla al tobillo y un bolso de mano en el mismo tono proporcionan un toque de color al conjunto.

Sin embargo, los accesorios más llamativos del estilismo son otros. Por un lado, los maxipendientes con forma geométrica, uno de los complementos preferidos de Domecq, que apuesta por este tipo de diseños en muchos de sus looks. Por otro, sus gafas de sol en color oscuro, un modelo con una sutil montura cat-eye que también completa la mayoría de sus vestuarios, tanto de calle como de invitada. 

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