1/7Aunque el curso de la Expedición Atlántica marcha viento en popa, Álvaro de Marichalar se ha tenido que enfrentar, durante este mes de navegación, a situaciones de gran peligro en alta mar, de las que ha salido airoso gracias a su experiencia náutica Pinche para ver la galería
Aunque el curso de la Expedición Atlántica marcha viento en popa, Álvaro de Marichalar se ha tenido que enfrentar, durante este mes de navegación, a situaciones de gran peligro en alta mar, de las que ha salido airoso gracias a su experiencia náutica
2/7Palermo, Túnez, Annaba, Jijel y Argel fueron los siguientes destinos de Álvaro y sus compañeros del barco de apoyo, que fueron recibidos en cada puerto con gran cariño y admiración, y tuvieron la oportunidad de visitar los rincones más emblemáticos de cada uno de estos lugares
Palermo, Túnez, Annaba, Jijel y Argel fueron los siguientes destinos de Álvaro y sus compañeros del barco de apoyo, que fueron recibidos en cada puerto con gran cariño y admiración, y tuvieron la oportunidad de visitar los rincones más emblemáticos de cada uno de estos lugares
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"Seguiremos adelante en nuestra travesía. Nos mueven unos ideales que pueden con cualquier tormenta de mar o de tierra", afirmó Álvaro en uno de sus relatos
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La primera jornada de navegación fue dura. El hermano de don Jaime de Marichalar se vio sorprendido por un violento oleaje que le tiró de su embarcación
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Debido a los fuertes temporales, el equipo de Atlantik 2002 se ha visto obligado a perder algunos días de navegación
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El navegante y sus compañeros tuvieron la oportunidad de contemplar los rincones más emblemáticos de los lugares visitados, además de conocer sus respectivas culturas y formas de vida
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Las reparaciones de Numancia, resentida tras las largas horas seguidas de viaje, ha motivado que el aventurero haya tenido posponer su salida en alguna ocasión