1/9 © Adobe Stock

En el mes de enero toca empezar de nuevo, recuperar las rutinas, dejar atrás todo el espíritu festivo de las semanas previas. Son muchos los días de enero que se hacen cuesta arriba, que, podríamos decir, parecen lunes. Pero hay un lunes más lunes que ninguno, valga la redundancia. Es el tercero, el conocido como el blue Monday.  Este concepto se refiere a un conjunto de variables que influyen en las personas, y que hacen que este día del año sea considerado por algunos el día más triste del año.

“Estas variables son el clima frío, las reducidas horas de luz, los gastos de la llamada cuesta de enero, encontrarse con que después de las semanas transcurridas quizá se ha abandonado algún que otro propósito de año nuevo… Sin embargo, a pesar de haber sido rechazado por la comunidad científica, el término se ha hecho muy popular, hasta el punto de ser utilizado por campañas de marketing”, nos cuenta Lara López Rubio (@lara.psicoterapia), psicóloga general sanitaria experta en terapia focalizada en la emoción y en psicología perinatal, colaboradora en el proyecto Clama Project (@calma.project).

 

Leer más: Psicología: Cosas que puedes hacer cuando estás triste

2/9 © Adobe Stock

¿Qué es la tristeza?

Un día gris, triste. Ahora bien, ¿qué es la tristeza, según la psicología? “La tristeza es una de las emociones primitivas y desagradables que podemos experimentar los seres humanos, junto a otras como la alegría, el enfado, el asco y el miedo. Cuatro emociones desagradables y una agradable, todas y cada una de ellas tienen una función, nos ayudan a conseguir algo, tienen un sentido”, nos cuenta.

Así, Lara López Rubio nos comenta que sentimos esta emoción cuando hemos perdido algo o a alguien importante para nosotros. Su función consiste, lo primero, en avisarnos de esa pérdida, a través de la sensación de bajón, el llanto, el dolor corporal, la baja energía… “Todas estas sensaciones o expresiones corporales que acompañan a la tristeza tienen la función de hacernos parar y darnos un espacio para reflexionar sobre la pérdida y, así, poder integrarla para seguir adelante con nuestra vida”, nos detalla.

 

Lee también: Sigue estos consejos para gestionar tus emociones de forma saludable

3/9 © Adobe Stock

Una emoción que todos sentimos en algún momento

“La tristeza es una emoción común para todas las personas. Teniendo en cuenta que nadie elige sentirse de esta manera, el por qué nos sentimos tristes va más allá. Es importante comprender que la tristeza es una emoción normal que tiene la función de acompañarnos en momentos de pérdida o fracaso para ayudarnos a parar, dirigir la atención hacia nosotros mismos y favorecer el análisis y la reflexión. A pesar de esto, no siempre es posible identificar cuál es la causa que genera la tristeza, por lo que en ocasiones resulta importante preguntarnos por qué nos sentimos así de cara a poder analizar posibles soluciones para salir de este estado”, nos detalla por su parte Mª de la Barca Mojarro Corrales, psicóloga de Tribeca Psicólogos.

 

Lee también: Consecuencias de un duelo mal cicatrizado

4/9 © Adobe Stock

Por qué en enero

Nos planteamos qué perdemos en enero, por qué nos entristece especialmente este mes. “Enero es el mes del nuevo año, el mes posterior a la Navidad. Para muchas personas, la Navidad supone un reencuentro con familiares o amigos añorados, encuentros con personas con las que estamos vinculadas pero con las que quizá no somos muy afines, regalos, gastos de dinero elevados, notar ausencias en la mesa de personas que quizá ya no están con nosotros, diversión,  tiempo libre o quizá todo lo contrario… En resumidas cuentas, las navidades remueven”, nos cuenta Lara López, que añade que remueven sensaciones tanto agradables como desagradables y en nuestro país en concreto, tienen una duración de dos semanas. “Por lo que tiene bastante sentido que después de éstas necesitemos integrar y reflexionar, sobre lo que hemos sentido durante este periodo”, nos dice.

Mientras, en opinión de la psicóloga de Tribeca, podría decirse que hay determinados condicionantes, tanto ambientales como personales, que podrían hacer de enero un mes complicado. “El estrés de los preparativos, las compras, las reuniones sociales, el echar de menos a personas en la mesa, etc., pueden hacer que las Navidades sean unas fechas percibidas por muchas personas como muy demandantes, lo que puede ocasionar que comencemos el año con cierta sensación de vacío. Además, enero es un mes de inicio, de recuperación económica, de despedidas y de vuelta a la rutina, que unido a factores como el clima o la falta de luz pueden hacer que nuestro estado de ánimo se vea afectado”, nos explica.

 

Lee también: ¿Y a ti, qué emociones te despierta la Navidad?

5/9 © Adobe Stock

Tristeza estacional

¿Existe, por lo tanto, lo que podríamos llamar tristeza estacional? ”Los condicionantes anteriormente mencionados hacen no solo de enero, sino de la época invernal, un periodo en el que podemos encontrarnos más irritables, perder interés por actividades que nos resultan agradables, sentirnos con menos energía e incluso tener dificultades a la hora de concentrarnos. A todo esto se le suma que en los meses de invierno, además del descenso de las temperaturas, disfrutamos de menos horas de luz solar, lo que puede ocasionar un desbalance en la secreción de melatonina y serotonina que influye en nuestro ritmo circadiano o ‘reloj biológico’ y que puede provocar cambios en el estado de ánimo”, nos cuenta María de la Barca Mojarro.

 

Lee también: Si te sientes más triste de lo normal, la causa puede estar en los cambios de tiempo

6/9 © Adobe Stock

Afrontar la tristeza

¿Qué estrategias tenemos a nuestro alcance para afrontar esta tristeza ligada al invierno? “La clave no estaría en omitir las emociones negativas que pueden derivar de la época invernal, sino en centrar nuestra atención en aquello que podemos manejar para sacar el máximo provecho de la misma. Ante esto, podría resultar útil mantener la conexión con familiares y amigos, prestar atención las nuestras necesidades y dedicar un tiempo a satisfacerlas, destinar ratitos a realizar actividades que nos resulten agradables, tomar contacto con la naturaleza, hacer actividades al aire libre, practicar ejercicio físico de forma regular y mantener una alimentación sana y equilibrada”, nos comenta la psicóloga de Tribeca.

7/9 © Adobe Stock

Estrategias que pueden ayudarte

Mientras, Lara López Rubio resume en cuatro puntos sus recomendaciones:

  • El primer tip que daría para acompañar y transitar la tristeza es no juzgar a esta emoción.  Es decir, a pesar de ser muy desagradable tiene un sentido y para que no se nos acumule, tenemos que dejarla estar cuando la detectamos en nosotros.
  • En segundo lugar, aprende a identificarla: ¿Dónde sientes la tristeza, cómo es la sensación? si para ti es una emoción muy desagradable, pide ayuda ya sea a un profesional o a una persona que para ti sea segura y cálida. La tristeza es más fácil en compañía de otros, recuerda que somos animales sociales.
  • En tercer lugar, intenta analizar cómo han sido tus navidades, qué cosas te han hecho sentir alegría, que otras cosas no tantos, a quien has visto, a quien has echado de menos… Quizá puedas escribir sobre ello o dibujar, para dar espacio e integrar.
  • Por último, si te sientes triste, déjalo salir, es el mayor acto de autocuidado y respeto hacia ti mismo que puedes llevar a cabo, como regalo para este año nuevo.

Lee también: El hábito diario que puede cambiar tu vida (a mejor)

8/9 © Adobe Stock

¿Debe preocuparnos la tristeza?

Nos planteamos cuándo la tristeza es un problema que realmente debe preocuparnos. “El primer paso para determinar si la tristeza debe o no preocuparnos es conocer en qué medida esta interfiere en la vida diaria de la persona. Teniendo en cuenta que ante determinadas situaciones como puede ser una discusión con un amigo, la pérdida de un ser querido, una ruptura… es normal sentirse triste, esta emoción se convierte en un problema cuando se extiende mucho en el tiempo o cuando la experimentamos de forma tan intensa que impide o dificulta el disfrute de aquellas cosas que siempre nos han resultado agradables”, explica la psicóloga María de la Barca Mojarro.

9/9 © Adobe Stock

Tristeza o depresión

Hay que diferencias, además, si estar triste es lo mismo que estar deprimida. “Todas las personas en alguna ocasión hemos sentido tristes o angustiados ante situaciones que experimentamos como negativas. Desde un punto de vista coloquial esto puede ser entendido como estar deprimido o deprimida, sin embargo, estar triste es algo diferente a estar deprimido”, nos anticipa María de la Barca Mojarro. Y añade que mientras que la tristeza es una emoción transitoria desencadenada por causas concretas, la depresión es un trastorno psicológico que no tiene por qué tener un origen claro y que tiende a bloquear a la persona e incluso a incapacitarla para hacer muchas cosas de su vida diaria. “A pesar de que la tristeza sea un síntoma más de los muchos que conforman la depresión, si la experimentamos de forma frecuente o prolongada en el tiempo y esto ocasiona un deterioro de la calidad de vida de la persona, es importante acudir a un profesional de la salud mental (psicólogo o/y psiquiatra) que ayude a evaluar y a gestionar la depresión para volver a un estado de bienestar. No olvidemos que la depresión es una enfermedad, por ende tristeza y enfermedad no son lo mismo. Tristeza es emoción. Depresión es enfermedad”, concluye.

 

Lee también: Estos son los síntomas que te dicen que podrías estar deprimida

Más sobre: