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¿Te cuesta decir no? No te preocupes, a todos nos pasa. No aceptar una propuesta, un plan, incluso, una oferta de trabajo es muy difícil. Aparecen los sentimientos de culpabiliad. El 'y sí...'. Muchas veces, para no tener que experimentar estas sensaciones o la incertidumbre que nos incomoda, decimos 'sí' pero con desgana o con muchas dudas. Entonces, puede aparecer la insatisfacción. Y los problemas o el desgaste. Por ello, hay que aprender a decir no sin sentirnos culpables

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Aprender a decir no sin un ápice de culpabilidad

Como asegura la coach Ixi Ávila, especializada en Inteligencia Emocional, "aprender a decir 'no' nos ayuda a priorizar a poner por delante lo que queremos y lo que necesitamos". Un 'no' nos ayuda a tenernos en estima, a valorarnos. A tener amor propio sin despreciar a los demás. A hacer lo que consideramos porque es lo más conveniente para nosotros.

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Pero decir 'no' nos cuesta 

Sin embargo, Ávila reconoce que no siempre es fácil decir 'no' y evitar sentirnos mal por ello. Muchas veces decimos 'sí' cuando, realmente, quisiéramos negarnos por miedo, el miedo a que no nos quieran y el miedo a lo que nos podemos perder (FOMO - Fear of missing out). Sin embargo, pocas veces nos focalizamos en lo que ganamos al decir "No" (JOMO - Joy of missing out). Es decir, el disfrute de perderte lo que sea por ser fiel a tu elección.

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A decir 'no' también se aprende

La experta en coaching nos recuerda que cada vez que estamos aceptando un plan o una oferta o accedemos a algo que nos solicitan por compromiso estamos diciendo 'no' a todo lo demás. A todo aquello que nos gusta o que creemos que deberíamos estar haciendo. Esto, por supuesto, acabará generándonos malestar, frustración, estrés, ansiedad e, incluso, depresión si es continuo. Pero, como sostiene Ixi Ávila, la buena noticia es que a decir 'no' se puede aprender. De hecho, "es algo que trabajamos a menudo en los procesos de coaching", indica.

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Piensa antes cuáles son tus prioridades y tus valores 

Tener claro qué es lo importante para ti te ayudará a saber qué es lo que quieres y qué es lo que no. Estos principios deben basarse en tus prioridades y valores personales, siempre, claro está, teniendo en cuenta a los demás, sin perjudicarles. También debes priorizar tu salud mental. Cuando tengas todo esto claro, te será más fácil decir 'no'

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¿Tienes suficiente energía para decir sí?

Hay veces que decimos 'sí' porque lo contrario nos hace sentir culpables. Pensamos que vamos a perdernos ese plan que tanto nos apetece. Pero, si lo meditamos bien, podemos tener ganas y tiempo, pero no la suficiente energía como para disfrutar. Este es otro de los puntos que debemos tener en cuenta a la hora de hacer algo. Nuestra energía no es ilimitada. 

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No tiene que ser un 'no' definitivo

Cuando vayas a decir 'sí', porque no te atreves a decir 'no' a un plan, piensa que nada es definitivo. Quizá sí te apetece eso que te proponen, pero no en el momento en el que recibes la propuesta. O no exactamente igual. Así que puedes plantear una alternativa que os vaya bien a todos. Lo que sí hay que tener es que no se deben demorar las respuestas, ni poner excusas. Luego cuesta más decir 'no'. 

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Explica tus motivos

Cuando quieras decir 'no' sin sentirte culpable, explica tus motivos, comunica desde tu vulnerabilidad. Quizá piensas que hay que apuntarse a todo o decir 'sí' siempre para no molestar a la otra persona. Pero si lo piensas, le estás haciendo un flaco favor si realmente no tienes ganas. La honestidad es siempre la opción más generosa. Es mejor decir 'no', que forzar un 'sí', ya que te hará sentir mal y los demás lo notarán. 

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La regla definitiva para un no sin culpabilidad

Ixi Ávila concluye dándonos uno consejo que no suele fallar cuando estamos dudando entre un 'sí' o un 'no'. Y es centrarnos en el sí. ¿Es definitivo? ¿Estás segura de ese sí? Porque generalmente si no es un SÍ ROTUNDO es que probablemente sea un 'NO'. 

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