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Estamos en la estación más complicada para los alérgicos. Y los datos lo confirman: en este 2022 según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), las enfermedades alérgicas por pólenes afectan en nuestro país a más de ocho millones de personas, siete de los cuales son alérgicos a gramíneas seguidos por la alergia al olivo, arizónicas, plátano de sobra, salsola y parietaria. Mientras, si las previsiones no fallan, los alérgicos a pólenes de gramíneas tendrán una primavera leve en casi toda la geografía española, a excepción del Sur peninsular donde se espera una intensidad variable.

 

Lo cierto es que, la primavera, tan deseada por muchos, se convierte en un gran suplicio para quienes sienten en primera persona los efectos de la alergia. Y entre los grandes damnificados se encuentran los ojos, pues es cuando aparecen las molestias oculares vinculadas: enrojecimiento de ojos, picor, escozor o hipersensibilidad a la luz son algunas de las señales que nos alertan de la llegada de esta nueva temporada.

 

Eso sí, como ha sucedido en los últimos años debido al uso de mascarillas, podemos contribuir con ellas a disminuir los síntomas de asma o rinitis. Pero en cualquier caso,  podemos seguir una serie de precauciones para cuidar nuestra vista, puesto que la conjuntivitis alérgica continuará estando presente, tal y como nos recomienda el Dr. Fernando Llovet, oftalmólogo cofundador de Clínica Baviera, que resume los consejos más útiles para mitigar los síntomas.

 

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Evitar el contacto con el alérgeno

Sin duda, este es uno de los pasos más importantes. Y es que, si evitamos el contacto con la sustancia que nos provoca alergia, evitamos gran parte del problema. Pero claro, para poder hacerlo, primero debemos identificar el tipo de alergia se tiene para afrontarla con precisión y de forma efectiva. Sin duda, lo fundamental es acudir al especialista (alergólogo/ oftalmólogo) para determinar el alérgeno y, de esta forma optar por el tratamiento adecuado.

 

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Ojos bien hidratados

Cuando tenemos los ojos con sequedad, los problemas se incrementan, y pueden aparecer complicaciones, en forma de irritación, picor, incluso escozor, lo que puede ser muy molesto para la persona que lo sufre. Por eso, debemos prestar mucha atención a la hidratación de nuestros ojos, por lo que en ocasiones puede ser muy útil utilizar algún colirio de lágrimas artificiales o bien un suero fisiológico (los hay muy útiles en monodosis). Recurriendo a estos remedios, hidratamos la zona, pero, además, la mantenemos limpia, a la vez que reducimos los síntomas.

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No frotes tus ojos y lava tus manos de forma frecuente

Si tiendes a frotar tus ojos, les estás haciendo un flaco favor. Pero es un gesto que tendemos a hacer, bien sea por cansancio o por estrés o, incluso, por el propio picor. No es un gesto nada recomendable. Pero, como en ocasiones es casi inconsciente, hay que vigilar la higiene de nuestras manos. Así, en el caso de que nos frotemos, evitaremos llegar a sufrir una infección como la conjuntivitis o una importante rojez debido a la rotura de algunos pequeños vasos sanguíneos.

 

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Menos tiempo al aire libre

Es, sin duda, una de las recomendaciones que más cuesta cumplir, más aún ahora que, por fin, parece que la primavera ya ha llegado para quedarse. ¿A quién no le gusta disfrutar del exterior cuando suben las temperaturas y tenemos más horas de sol? Pero hay que ser precavido, y si sufres los efectos adversos de la alergia, se recomienda evitar salir los días de mayor polinización y no practicar deporte al aire libre, sobre todo por zonas donde hay mayor vegetación. El objetivo es evitar la gran cantidad de polen que hay suspendido en el aire.

 

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Gafas de sol, siempre

Son el accesorio imprescindible en los meses de primavera y verano. La razón es que llevar gafas de sol no solo puede evitar que el polvo y el polen suspendido en el aire entre en los ojos, también disminuye las molestias que produce la luz ya que la conjuntivitis alérgica lleva asociada cierta intolerancia a niveles altos de iluminación.

 

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