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Hay personas que son capaces de vivir de forma independiente, es decir, que pueden tomar decisiones o disfrutar sin necesitar, de forma imperiosa, a los demás. pero hay otras que requieren la aprobación constante, que tienen que consultar a los demás cualquier paso que dan y que no pueden soportar estar solas.

 

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Además, los expertos en psicología de GrupoLaberinto nos explican cuáles son los rasgos de la personalidad dependiente y qué podemos hacer para superar esta dependencia emocional. 

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Los rasgos de las personas dependientes 

No les gusta estar solos, les cuesta tomar decisiones, están muy comprometidos en sus relaciones... estas son algunas de las características de la personalidad dependiente, una forma de ser que puede hacer mella en diferentes parcelas de la vida: laboral, familiar, sentimental, etc. 

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Baja autoestima 

La mayoría de las personas que sufren de dependencia emocional tienen en común una autoestima muy baja que les provoca fuertes inseguridades que, sin duda, hacen mella en sus relaciones afectivas.

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Miedo a estar solos

Las personas dependientes tienen miedo a estar solas, es decir, necesitan estar con alguien continuamente, sólo así se sienten bien y protegidas. Si tiene que pasar un día solos, se les cae el mundo, y recurren a todo tipo de estrategias para paliar esta soledad, como por ejemplo, llamar por teléfono o inventarse cualqueir excusa para encontrarse con alguien. 

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Les cuesta tomar decisiones por sí mismas

Esto se debe a que la mayoría de las personas dependientes no cuentan con demasiada iniciativa para enfrentarse a la vida y, además, a esto se les suma su inseguridad. Por ejemplo, cuando una persona dependiente tiene pareja, deja que todas las decisiones recaigan sobre el otro. Algo que además les puede provocar cierto malestar, puesto que pueden no estar de acuerdo con la decisión que ha tomado el otro y, sin embargo, no son capaces de cambiarlo. 

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Idealizan a sus parejas y no se cansan de ellas

Lo mismo les ocurre con cualquier persona que sea importante en su vida. Eso es algo que puede hacerles mucho daño puesto que si su pareja o sus amigos no son los adecuados no serán capaces de ver la realidad. Tampoco podrán aceptar una separación y mucho menos una ruptura, que considerán como una traición y es muy probable que se culpen a sí mismas. 

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Suelen ser celosos

Consecuencia, una vez más, de sus inseguridades y baja autoestima. Cuando una persona dependiente se embarca en una relación de pareja, son muchas las que sienten envidia de sus amigos, de ex parejas, hasta de familiares, lo que en muchas ocasiones termina provocando la ruptura. Estos celos provocan mucho sufrimiento y, además, se pueden cargar una relación de pareja o de amistad. 

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Necesitan la aprobación constante

Las personas dependientes necesitan tener siempre el sí de todo el mundo que les importa y también, en el caso de las relaciones sentimentales, que la otra persona les esté recordando continuamente lo que la quiere o lo bien que están juntos… En caso contrario, pueden dudar de los sentimientos del otro, algo que puede conducir a conflictos permanentes. 

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Pánico a ser abandonada

Por sus seres queridos y, especialmente, por sus parejas. Este rasgo es una de las razones por las que muchas personas dependientes no se atreven a dar el paso de romper con una relación cuando ésta ya no les hace felices. 

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¿Cómo evitar ser tan dependiente?

Vencer la dependencia emocional no es algo que se pueda superar en un día, sino que precisa de un trabajo constante. La falta de autoestima, como decíamos, suele estar detrás de esta conducta. Por lo tanto, es importante trabajarla de la mano de un profesional de la psicología que ayudará, además, a descubrir si existen otros condicionantes que nos impulsan a depender de los demás y a no confiar en nosotras a la hora de tomar las riendas de nuestra propia vida.  

 

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