Las normas básicas que debes enseñar a tu cachorro
Aspectos como la conducta higiénica, el quedarse solo en casa y la inhibición de mordida se suelen trabajar a diario, ya que todos ellos son acciones que nos van a surgir en el día a día de nuestra vida desde la llegada de nuestro cachorro.
La clave para una buena conducta higiénica es la anticipación. Los perros antes de realizar sus necesidades fisiológicas suelen presentar una serie de comportamientos previos tales como oler el suelo o dar vueltas sobre si mismos. En ese momento debemos anticiparnos y sacarlos a la calle. El hecho de sacarle unos minutos después de comer, al despertarse y antes de irse a dormir nos ayudará en el proceso.
Dejar a nuestro cachorro en casa es algo inevitable y que también debemos trabajar desde el principio. Es fundamental dejarlo en un espacio seguro, empezando por periodos cortos de tiempo que se irán aumentando progresivamente. El uso de juguetes interactivos rellenos con comida puede ser una buena opción, ya que mantendrán a nuestro cachorro entretenido durante un período considerable de tiempo y le ayudará a gestionar el hecho de quedarse solo. hay que tener cuidado con juguetes tipo peluches, ya que requieren de nuestra supervisión e interacción. El cachorro los podría destrozar y no es beneficioso para su aprendizaje.
Respecto a la inhibición de la mordida, los típicos “mordisqueos” son un comportamiento natural en cachorros que por lo general disminuye bastante tras la caída de los dientes de leche. Sin embargo, es importante que nuestro cachorro aprenda a controlar la fuerza de su mordida y podemos hacerlo fundamentalmente demostrando nuestro dolor cuando lo hace emitiendo un “¡ay!” y/o terminando el juego ignorándolo por completo, para que entienda que el mordisquear le quita la posibilidad de seguir jugando con nosotros.
A partir de la 10ª semana de edad es cuando habitualmente el cachorro deja la camada y llega a nuestra casa, por lo que es una fase de muchos cambios y crucial para que tengamos un perro equilibrado en un futuro. Sin embargo, en esta fase nuestro cachorro aún no ha completado el plan de vacunación, pero es muy importante empezar a presentarle el entorno. Debemos elegir locales adecuados y limpios para hacerlo o llevar nuestro cachorro en brazos.
Tanto la sobreexposición como la falta de exposición a agentes externos del entorno pueden ser perjudiciales, por lo que debemos ser moderados. Es importante intentar exponer a nuestro cachorro a todo lo que se nos ocurra que podrá ser expuesto en un futuro (personas, otros animales, coches, bicis…)
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