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Siempre debemos apostar por cenas saludables, y el invierno no es una excepción. Estamos, no hay duda, en la época en la que los auténticos reyes de la dieta son los caldos y las sopas. “Los caldos, aparte de hacernos entrar en calor y aportarnos confort son termogénicos, lo que significa que aceleran ligeramente el metabolismo”, nos cuenta María Real Capell María Real Capell (@mariarealcapell), farmacéutica, nutricionista y psiconeuroinmunoendocrina, quien apunta que a pesar de las bajas temperaturas es conveniente que la cena sea la ingesta más ligera del día para no llegar demasiado pesados a la hora de dormir y contribuir así a no interrumpir en el descanso nocturno.

 

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Las verduras, grandes aliadas

Por eso, nos resume algunas de las claves de una cena de invierno saludable. Y comienza por recomendar la inclusión en ellas de las verduras y hortalizas más típicas del invierno, indispensables en la que es la última comida del día. “Son las crucíferas: col, repollo, brócoli, nabo y rabanitos. También el apio, la remolacha, la calabaza, los puerros, las zanahorias, los espinacas, alcachofa y puerro”, nos cuenta la experta.

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Alimentos para incluir en tu dieta

La experta añade otros alimentos que pueden venirnos bien en nuestras cenas en estos meses de frío.

-La raíz de jengibre ha demostrado tener un efecto termogénico gracias a su capacidad vasodilatadora

-La cayena es un alimento termogénico y puede aumentar el metabolismo basal hasta un 25% y durante 4 horas.

-El ajo, aparte de tener propiedades antivíricas, antifúngicas y antibacterianas, también actúa de termogénico.

 

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Sopas y cremas

La experta en nutrición nos resume los platos termogénicos principales, que son:

-Sopas de todo tipo: de  verduras, de pasta integral, de arroz, de patatas, de boniato, etc. Y nos da cuatro ejemplos de sopas termogénicas, como puede ser una sopa de ajo, brócoli, cebolla, jengibre, perejil y zanahoria, una sopa de boniato, jengibre, cayena, cebolla y puerro, una sopa de tomate con apio o unas sopas de ajo (la próxima vez que la pruebes cambia el pan tostado por almendras y añade cayena para que sea más termogénica). Para dar más versatilidad a los caldos se puede añadir cualquier verdura que tengamos a la nevera como método también de cocina de aprovechamiento.

-Cremas de calabaza, calabacín, setas… “Es importante que las cremas contengan verduras y ya está. Ni queso ni nata si se va a tomar ya una ración proteica en la cena. Acompaña las cremas de semillas para enriquecer nutricionalmente la crema como por ejemplo semillas de cáñamo que son muy ricas en proteínas. También puedes poner frutos secos como la nuez”, sugiere.

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Alimentos con proteínas

Hay otros alimentos que se convierten en una excelente alternativa para nuestras cenas en opinión de la experta. Destaca el papel de los huevos, que se pueden comer en tortilla, huevo poché, huevos a la plancha… “Las tortillas pueden ser de un huevo, de dos o de verduras. Según el hambre y las necesidades individuales de cada uno”, nos cuenta.

Y también incluye en esta lista de alimentos para una cena saludable el pescado blanco o el pollo a plancha: en su opinión son las proteínas que se digieren mejor en la cena.

 

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