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Hoy en día, los médicos se han dado cuenta, de que gran parte de la población padece un déficit de vitamina D, una sustancia vital para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, puesto que entre sus funciones destaca la fijación del calcio en los huesos, pero también interviene en los procesos del sistema inmunológico, entre otros. Por ello, se recomienda revisar los niveles de esta vitamina y, en caso de ser deficitarios, reponerlos, generalmente, con suplementos, en concreto, con calcifediol.

La vitamina A es otra indispensable, importante para la lactancia, para mantener una buena salud visual y reporoductora. 

De la que también se habla mucho es de la vitamina E, importante para combatir los radicales libres, esas sustancias responsables del envejecimiento. 

La vitamina K, por su parte, es fundamental para coagular la sangre, así como para la construcción de los tejidos y para la buena salud ósea. 

Todos estos nutrientes tienen en común que son vitaminas liposolubles y tomarlas en exceso puede tener graves consecuencias en nuestra salud. De hecho, existe un término médico que define esta situación: hipervitaminosis, una alteración o el trastorno del organismo producido por administración excesiva de vitaminas. El exceso de vitaminas puede derivar en diversos problemas. Estos problemas dependerán de la vitamina que se haya consumido en exceso.

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¿Qué vitaminas tienen más riesgo?

Como decíamos, las vitaminas liposolubles, es decir la vitamina A, D, E y K, son las que pueden acarrear consecuencias negativas en la salud si sufres una 'sobredosis'. "Al disolverse, se pueden almacenar en el organismo", explica Lina Robles, nutricionista del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela. 

Por su parte, las  vitaminas hidrosolubes, que son las del complejo B, la vitamina C, y el ácido fólico, deben disolverse en agua antes para que el organismo las pueda absorber. Por eso, si te 'empachas' de vitamina C no sufrirás una sobredosis, puesto que "toda vitamina hidrosoluble sobrante sale del organismo en forma de orina", añade la especialista. 

Cuando las vitaminas liposolubes son consumidas en exceso, las que no llegan a ser utilizadas tienden a acumularse en la grasa del organismo, provocando efectos perjudiciales. El efecto, eso sí, suele ser acumulativo, no inmediato. 

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La 'sobredosis' de vitaminas no suele ocurrir con la dieta 

La experta también llama a la calma, ya que apunta a que la hipervitaminosis no suele estar relacionada con la dieta, sino con el consumo de algunos suplementos nutricionales sin control médico. 

"Por este motivo y por muchos más, es importante siempre que se necesite seguir una dieta especial, consultar con un profesional y no hacerlo por libre", indica. 

Hay que destacar que en personas sanas que siguen una dieta equilibrada No es necesario suplementar con vitaminas.

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Toxicidad por vitamina A

La toxicidad es un problema real que se presenta cuando se sobrepasa una ingesta de 15000 ER  (equivalentes de retinol)/día. Las manifestaciones clínicas de la toxicidad son: enrojecimiento de la  piel, pérdida de pelo, hemorragias, anomalías de los huesos, fracturas, fallo hepático, e, incluso, muerte.

Los síntomas aparecen cuando la proteína transportadora de vitamina A se encuentra saturada y la vitamina A en forma libre daña las células.

La toxicidad de esta vitamina se asocia a una sobreestimulación de la división celular. 

El exceso de vitamina A en embarazadas puede provocar malformaciones en el feto. 

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Toxicidad por vitamina D

La toxicidad por vitamina D debe preocuparte. Se trata de una enfermedad poco frecuente. Pero, si ocurre, es grave. Como decíamos, generalmente, está causada por tomar suplementos. Los alimentos no contienen suficientes cantidades como para producir una 'hipervitaminosis D'. 

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Toxicidad por vitamina E

No es usual y sus efectos no son tan perjudiciales como los de la vitamina A o D. Unas dosis muy elevadas
de vitamina E pueden provocar problemas de coagulación, dado que pueden interferir en la absorción de la vitamina K y retrasar o dificultar la coagulación, o lo que es lo mismo, el desarrollo de la hemorragia.  

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Sobredosis de vitamina K 

De las vitaminas liposolubles, el exceso de vitamina K, aunque sea a través de suplementos, es la que menos riesgo comporta. Sin embargo, si las dosis son muy altas, sí puede producir alteraciones en la coagulación, interferir con nutrientes antioxidantes, o producir problemas hepáticos así como ictericia (color amarillento en la piel). 

En los lactantes, la administración de menadiona, la vitamina K sintética, puede ir acompañada de anemia hemolítica y toxicidad hepática.

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Tratamiento de la hipervitaminosis

"En principio si es tratada a tiempo, una hipervitaminosis de cualquier tipo puede solucionarse sin consecuencia ninguna para la salud.  No obstante hay casos especialmente delicados en los que puede afectar gravemente al organismo", indica la nutricionista. 

En cualquier caso debe ser tratado por el especialista para poder poner el tratamiento correcto. 

Por ello, insiste, en que no hay que recurrir a la toma de suplementos si no lo ha prescrito un médico. Y que la mejor manera de obtener todos los nutrientes básicos es llevar una dieta variada y equilibrada. 

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