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Si las circunstancias han convertido esta Navidad en unas fiestas que poco se parecen a las navidades, pasarlas a solas aún las pueden volver estas fechas tan entrañables y familiares en un momento más deprimente. Sin embargo, aunque estés sin compañía y lejos de casa puedes trabajar el estrés o la tristeza que esto te produzca y procurar disfrutarlas, en la medida de lo posible. 

Para hacer que este “mal trago” sea lo más llevadero posible, el coach y experto en habilidades sociales, Pau Forner, nos ofrece una serie de sencillos consejos que, además, nos servirán como oportunidad para mejorar nuestra gestión de las emociones. Porque no debemos olvidar que estar solo y sentirse solo son cosas muy diferentes.

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No te reveles contra tus sentimientos, acéptalos

No siempre somos dueños de los pensamientos que pasan por nuestra cabeza. Pero sí lo somos de cómo los gestionamos. Es muy probable que te sientas solo y deprimido, ya que ideas como 'debería estar en mi casa, con los míos, y si esta es la última Navidad de mis abueloso de mis padres, etc.' nos van a asaltar a muchos. La propuesta del experto es no juzgarlos ni luchar contra ellos. "El motivo es que cuanto más te resistes a un pensamiento, más fuerte se hace. Es como intentar no pensar en un oso polar blanco: irremediablemente terminas pensando en ese maldito oso polar blanco", comenta el experto.

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Comparte tus sentimientos

Cuando verbalizamos aquello que nos preocupa o nos obsesiona, sentimos alivio. Y es que compartir las penas ayuda a verlas con mayor perspectiva, con más distancia. Algo que nos ayuda emocionalmente. Pero no vale cualquier forma de compartir nuestros sentimientos. Hay que intentar hacerlo, en la medida de lo posible, cara a cara. Hazlo en un lugar seguro y tranquilo. Dando un paseo por el parque por ejemplo. Y si no es posible por las medidas restrictivas o por miedo al contagio, utiliza alguna de las herramientas de comunicación online. 

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Las videollamadas unen y alivian la soledad

No hace falta que te sientas mal para recurrir a la tecnología y hablar con los tuyos. Además, no tienes por qué cenar sola. Esto es algo que nos enseñó el confinamiento domiciliario: Internet acerca a las personas y nos permite superar los momentos difíciles. Si bien es cierto que no hay nada como un beso o un abrazo en persona, este tipo de aplicaciones te permitirán estar un poco más cerca de los tuyos, sobre todo los días más señalados como nochebuena, Navidad o nochevieja.

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Medita

Quizá aún no conoces los múltiples beneficios de la meditación, una disciplina milenaria que apacigua tu mente. No consiste en dejar la mente en blanco, porque esto es algo muy difícil que solo las personas que llevan años prácticándola pueden conseguir, y no siempre. Sino en dejar que los pensamientos que acuden a nuestra cabeza no nos perturben. Es como sentarse delante de un río y ver los troncos pasar pero sin subirse en ellos. Los pensamientos llegan, pero tú no te enredas en ellos.

Un estudio de 2012 descubrió que la meditación puede reducir los efectos perjudiciales de la soledad. En concreto, meditar 15 minutos al día durante 8 semanas redujo los pensamientos negativos asociados a la soledad en un 18% comparado con el grupo control. Aprender a meditar no es difícil. No es necesario que leas ningún libro ni te apuntes a cursos. Solo tienes que entrenar tu mente para centrarte en el presente sin vagar entre el pasado y el futuro.

Ponte cómodo, cierra los ojos, y céntrate en tu respiración. Si empiezas a pensar en otra cosa, devuelve tu atención a la respiración, sin juzgar si lo has hecho bien o mal.

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Hazte un regalo

Los bienes materiales no sustituyen a los seres queridos. Y no pueden evitar que te sientas sola si vas a pasar estas navidades sin la compañía de tu familia y amigos. Pero darse un capricho ayuda, porque activa el sistema de recompensa de nuestro cerebro. Y al menos durante un rato, nos sentiremos algo mejor. Por eso, quizá sea el momento de regalarte ese ordenador nuevo que tanto estabas deseando, ese móvil de última generación, una consola para hacer deporte en casa o un simple libro.Tu mente y tu estado de ánimo lo agradecerán.

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No dejes de lado el ejercicio

Recuerda: mente y cuerpo van unidos. Lo que le pasa a uno tiene consecuencias sobre el otro…. y al revés. La soledad también tiene efectos negativos sobre tu salud física. Pero solo 30 minutos de ejercicio durante tres días a la semana son suficientes para cambiar ese estado y empezar a recuperarte.

Para Forner es importante que "no menospreciemos la importancia que tiene el deporte sobre nuestro estado anímico. El ejercicio dispara tus pensamientos positivos al generar endorfinas (conocidas como las hormonas del bienestar), aumenta tu ritmo metabólico y te ayuda a sentirte más a gusto con tu propia imagen".

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